"Llevábamos 30 años esperando que nos recibiera un ministro y con Garzón ya hemos tenido tres reuniones", señaló Máximo Enrique Gutiérrez, presidente de la asociación LARPA (Ludópatas Asociados en Rehabilitación del Principado de Asturias), en la charla titulada "Juegos y apuestas online. Adicción encubierta", un acto organizado por la asociación "Amigos de Mieres" que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Gutiérrez, que reconoce que "por desgracia, nuestra asociación no para de crecer", mostró su decepción por la falta de atención de las administraciones públicas. "Venimos avisando desde hace mucho tiempo de los riesgos del aumento de la oferta de juego y de las consecuencias de su integración en las nuevas tecnologías y hoy nos duele tener que recordar que 'te lo dije'", continuó Gutiérrez que también representa a los ludópatas en rehabilitación a nivel nacional, y que se muestra ilusionado por las primeras medidas que pretende adoptar el Ministro de Consumo, si bien "no le permitirán hacer todo lo que pretende, ya que las competencias están repartidas y, sobre todo, porque la presión de los grupos de poder que están tras el negocio del juego es enorme". "No olvidemos que el 80% de los ingresos públicos procedentes del juego online revierte en las comunidades autónomas, que no están dispuestas a perder esos recursos", prosiguió Gutiérrez.

El presidente de LARPA explicó en qué consiste la patología de la ludopatía, caracterizada por la conservación de la percepción del bien y el mal, de modo que el enfermo sabe lo que hace, el daño que causa, pero se ve incapaz de detenerse. "El problema es la pérdida de control", añadió. "Desde la regulación del 2012, cada español lleva un casino en su teléfono móvil y, a pesar de que se nos asegura que existen filtros, la realidad dicta que los menores de edad también juegan, porque las medidas de control se salvan fácilmente. Una tarjeta de crédito, aunque esté a nombre de otra persona, es suficiente", denunció Gutiérrez, que considera imprescindible abordar la limitación de una publicidad que utiliza la imagen a estrellas del deporte y famosos de televisión como reclamo para la captación de nuevos clientes. También llamó la atención sobre la doble moral de entidades como la Liga de Fútbol Profesional, "que se une a campañas de 'juego responsable' al tiempo que consiente que la mayoría de los equipos, e incluso la propia competición, sean patrocinados por las casas de apuestas que son el origen del gran incremento de casos de ludopatía en España". "Tras el juego online sólo hay el interés económico puro y duro de grupos internacionales, en el que también intervienen el blanqueo de capitales y el fraude", acusó Gutiérrez.

El vicepresidente de LARPA, Alberto Medina, alertó sobre de la peligrosidad de ciertos videojuegos al alcance de los niños "que ya simulan los modos típicos de enganchar de las apuestas". "Los padres son desconocedores de los riesgos, no controlan lo que hacen sus hijos y creen que están seguros en casa. Medina destacó que "el ludópata es mentiroso, manipulador y hábil para ocultar su problema", recalcando la importancia de actuar con rapidez. "Queremos que el jugador vuelva a nuestra asociación, que no abandone, porque tenemos un 80 por ciento de resultados positivos entre los que completan el tratamiento".

Por su parte, Iván López, psicólogo de LARPA, mostró su preocupación por la falta de implicación de los padres y la escasa eficacia de los tratamientos de la salud pública. "Es frecuente que, cuando la familia detecta el problema, el paciente pase por el médico de cabecera y salud mental para terminar en las asociaciones especializadas, que conocemos la importancia de actuar con rapidez", dijo López, que explicó el tratamiento mixto en el que intervienen profesionales y asociados rehabilitados con gran capacidad de empatía.

Máximo Enrique Gutiérrez alertó de que éste es un problema "que está en boca de todos pero que no acaba de lograr la implicación social suficiente para abordarlo".