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El desarrollo empresarial de las comarcas carboneras

Hunosa, gran terrateniente de Asturias con un millón de metros de suelo industrial

La firma estatal mantiene su interés por esta área de negocio a pesar de contar con polígonos vacíos, como ocurre con Reicastro y Modesta

Cartel de venta de parcelas en el polígono de Reicastro, en Mieres, vacío ocho años después de su urbanización.

La firma estatal Hunosa es el "gran terrateniente" de Asturias, con cerca de 4.000 hectáreas de terreno de su propiedad. De este superficie, cuenta con un millón de metros cuadrados de suelo "potencialmente industrial". Así lo aseguró hace unos días el presidente de Hunosa, Gregorio Rabanal, durante su participación en las Jornadas Técnicas sobre la Descarbonización en el Noroeste de España, que tuvieron lugar en la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo.

El desarrollo de suelo industrial fue una de las apuestas de la compañía en el pasado. Sin embargo, han tenido un desigual éxito, con polígonos completamente urbanizados pero sin empresas, como ocurre con Modesta en Langreo o Reicastro en Mieres. Aún así, la firma estatal no deja de lado esta iniciativa, como dejó claro Rabanal durante su comparecencia. El presidente de Hunosa señaló que la empresa cuenta en la actualidad con 180.000 metros cuadrados de polígonos industriales disponibles para el asentamiento de empresas. Y no sólo eso, también hay otros 150.000 metros cuadrados "en desarrollo", a los que se pueden sumar otros 720.000 metros cuadrados "susceptibles de desarrollo si fuera necesario para implementar proyectos empresariales".

Defendió Rabanal, además, que la empresa ofrece estas parcelas "a precios competitivos". Aunque, de momento, no parece haber despertado mayor interés entre las empresas. Destacado es lo que ha ocurrido en el polígono de Reicastro, construido sobre la antigua escombrera minera de Ujo. Un espacio industrial ubicado junto a la autovía entre Oviedo y Campomanes (A-66) y principal salida a la meseta.

La urbanización de este polígono costó 4,5 millones de euros. Los trabajos concluyeron hace ahora ocho años y sigue vacío. Pero ni el importante desembolso realizado ni la acuciante necesidad de generar tejido empresarial que sobrelleva el concejo de Mieres originó que esta superficie haya podido captar algún proyecto empresarial. Es más, el acceso a los terrenos permanece, desde principios de 2012, bloqueado. GAM y Rioglass fueron algunas de las empresas que en su momento mostraron interés por adquirir suelo en Reicastro sin llegar a nada. Aquí también se enmarca el fallido intento de acoger la ampliación de Asturiana de Laminados (Asla), que dio cuenta de que el precio del suelo no es competitivo en comparación con el que se ofrece en el entorno de la región, a pesar de las palabras de Rabanal.

Casi seis millones (5,7) costó la urbanización de Modesta en Langreo, asentado sobre el solar del antiguo lavadero de Hunosa. El parque empresarial lleva siete años vacío y, de momento, no parece haber compañías interesadas. Y a pesar de contar con estas superficies vacías, Hunosa mantiene su pretensión de seguir habilitando suelo industrial, caso de los talleres Santa Ana, en El Entrego.

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