Tres menores, de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años, han sido detenidas por la Policía Nacional como presuntas autoras de los daños causados hace dos semanas en la iglesia parroquial de San Pedro, en La Felguera, cuando prendieron fuego al mantel del altar. La otra implicada en los hechos, también identificada, resultó ser inimputable al ser menor de 14 años. El balance de la profanación fue de dos micrófonos robados y otro arrancado, velas encendidas esparcidas por el suelo del templo, daños en la pared y el mantel del altar, y plantas y libros litúrgicos quemados. Los hechos ocurrieron a mediodía y se prolongaron durante unos veinte minutos. Todo quedó grabado por las cámaras de seguridad del templo. Los daños, según las primeras estimaciones, sobrepasan los 600 euros.

Las detenciones se produjeron el pasado martes, por parte de agentes de la brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Langreo, por los delitos contra los sentimientos religiosos, daños y hurto, según informó ayer la Policía Nacional. "Los hechos se remontan al pasado 20 de febrero cuando, una vez abiertas las puertas de la iglesia de San Pedro en la Felguera, las autoras se dirigieron a la zona del altar, donde encendieron varias velas, quemando un libro misal y el mantel, sustrayendo además, dos micrófonos. Tras arduas y complejas investigaciones debido a las edades de las autoras, la tenacidad y constancia de los agentes dieron su fruto, dando con la plena identificación de las autoras, siendo todas ellas menores de dad en el momento de los hechos, y una de ellas inimputable", expusieron los agentes. Una vez que declararon en presencia de sus padres, quedaron a disposición del Fiscal de Menores. Fuentes de la investigación creen que se trata de una "gamberrada" y que no existía un ánimo del atentar contra la iglesia.

Olor a quemado

Ángeles Mortera, administrativa de la parroquia, fue la primera que se encontró con los destrozos el pasado 20 de febrero. Según relató a este diario, al entrar en el templo empezó a oler a quemado, aunque en un primer momento pensó que podía tratarse de una vela. Al ver los daños se revisaron las cámaras de seguridad. En la grabación se podía ver a cuatro jóvenes causando los desperfectos.

Mortera explicó entonces que las jóvenes "estuvieron una primera vez a las 10.30 de la mañana, una hora y media antes. Las saludé y les pregunté si querían algo, pero me dijeron que solo deseaban visitar la iglesia. Me parecieron chicas normales. Después de un rato se marcharon". También añadió que "cuando regresaron, sobre las doce de la mañana, según quedó registrado en las cámaras, yo ya no estaba. Vinieron de frente al altar y ahí ya se ve cómo prenden fuego al mantel".

No se forzó ninguna puerta porque a esas horas el templo está abierto.