Nunca le dio un golpe, pero le dijo palabras que la estaban "haciendo pequeñita". Esa fue la relación que sufrió María de los Ángeles Rozalén Ortuño, o solo Rozalén -como la conocen en el escenario- antes de escribir "La puerta violeta". La cantautora aseguró ayer, en una mesa redonda celebrada en el Auditorio "Teodoro Cuesta", que el tema "está basado en una experiencia propia". Decidió componerla porque "en mi casa siempre me han dicho que intentase ser feliz, también hacer felices a los demás".

Así lo hizo. Ella, que a tantas habrá abierto los ojos con esa estrofa: "Tengo una culpa que me aprieta, se posa en mis hombros y me cuesta andar". Junto a Rozalén, estuvo en la mesa Beatriz Romero -la intérprete de signos que la acompaña en los conciertos-. Presentó el acto (organizado por el Ayuntamiento de Mieres) la concejala de Igualdad, Nuria Ordóñez (IU). También intervinieron la abogada del centro asesor de la Mujer de Mieres, Sonia Díaz, la presidenta de la tertulia feminista "Les Comadres", Begoña Piñero y la psicóloga en la Red de Casas de Acogida de Asturias, Noelia Bada.

Fue un momento para la reflexión sobre el lugar en el que está ahora la mujer y hacia dónde avanzar. Begoña Piñero recordó el histórico "Tren de la libertad", que logró echar atrás la reforma de la Ley del aborto propuesta por Gallardón: "Dimitió de todo, no se divorciaría de milagro", bromeó.

Porque sí. Hablaban de problemas serios, pero hubo momentos para tomárselo con cierto humor. Como cuando Rozalén descubrió al público que el origen de "La puerta violeta" surgió en una sesión de regresión consciente: "Soy un poco friki, muy mística", sonrió. Desde hace ya un tiempo, no le cuesta ya admitir que "tuve una relación en la que no tuve suerte. No me tocó físicamente, pero hay palabras que te matan un poquito por dentro". Para ella, para todas, plasmó en su música la liberación.

"Yo tenía muchas herramientas y a mi me había pasado. Así que entendí que nos puede pasar a todas". Ella es psicóloga formada en perspectiva de género. "Al término de aquella regresión consciente, el terapeuta me dijo que pintara una puerta". La puerta, lo han adivinado, era violeta.

Rozalén no acudió a Mieres solo para hablar de feminismo. También fue una de las galardonadas en los Premios Serondaya a la Innovación Cultural. En la categoría de artes, por acompañar sus actuaciones de una intérprete del lenguaje de signos. Beatriz Romero explicó que se conocieron en un voluntariado, Rosalén con la guitarra y ella interpretando las canciones para que la actuación fuera inclusiva. "Me lió". También fueron galardonados "Escritores por el Sahara-Bubisher", "Sons da terra" y Pita Sana (Boal). En la gala, además de Rozalén y Beatriz Romero, actuaron "Silvidos y gemidos" y Anabel Santiago.

Un cartel lleno de mujeres. Sobre el mundo de la música y el sexismo, Rozalén avisó primero: "A veces digo algo y la lío". "Tengo compañerazos y que me quieren mucho, pero el machismo está tan metido en el cerebro...", reconoció. De los comentarios sobre su físico, no se libra. "No entiendo las alfombras rojas, lo sufro, no lo entiendo. Por qué tengo que ir vestida de una determinada manera", señaló. Y añadió que "ya sé que será comentado en revistas, hasta compañeras dirán 'ay pues se ha puesto gorda'. Eso es machismo". Tampoco está libre del paternalismo: "Me pasa mucho que compañeros, que creo que me quieren mucho, me dicen 'ay, esa frase la puedes cambiar'. O 'te he hecho la canción de tu vida'. Entre ellos no se lo dicen", afirmó. Y la broma, siempre a punto: "Se lo comento, les digo que creo que no me va mal. Pero primero, ya ves, tienen que dejar su meadita", bromeó con mucha gracia.

¿Y qué pasa con el reggaeton? "Pues con el reggaeton no pasa nada. De hecho, hay reggaeton feminista". Está en algunas de sus canciones, como la positiva "Girasoles". Pero sí hay un problema, reconoció a renglón seguido, con las letras. "Yo a veces no sé, me cuesta posicionarme. Es como cuando alguna compañera va casi desnuda... sí, es libertad. Pero también es cosificación.... ¿Le doy al corazón o no?". Eso sí, lo de las letras no es nuevo: "El otro día estaba escuchando una lista de rock español, de lo que he escuchado siempre, y me dije 'la Virgen, esto ahora no lo escribiríamos'".