No cumplir las normas del estado de alarma por el coronavirus puede salir caro.

Como a los dos vecinos de Mieres contra los que, ayer, la Policía Nacional, abrió diligencias. Negarse a identificarse ante las autoridades lleva pareja una multa de entre 600 y 30.000 euros.

Se considera una infracción grave. Una leve sería, por ejemplo, la remoción de vallas, encintados u otros elementos colocados por fuerzas de seguridad para delimitar recintos.

Graves se considerarían, en el apartado de infracciones, la celebración de espectáculos públicos o actividades recreativas quebrantando la prohibición o suspensión decretada.

El apartado de infracciones contra la salud pública también incluyen "niveles": graves aquellos que no cumplan con las recomendaciones decretadas y muy graves el incumplimiento decretado.

Las sanciones más altas son aquellas por el incumplimiento efectuado por los titulares de los órganos competentes o miembros de los servicios de intervención y asistencia. Llegan a 600.000 euros.

En el caso de no querer identificarse, de resistirse -como ocurrió en Mieres, según testigos- la desobediencia pasaría de infracción a delito. Está tipificado en el Código Penal.