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La caída de un grupo empresarial en Mieres

Culmina una venta directa de material de Triman un año después del cierre y sin pagar deudas

Los trabajadores critican la falta de información sobre el procedimiento

Se cumple un año del cierre de las factorías de Triman en Mieres, tras más de dos décadas de actividad en el concejo -con dos plantas, en Vega de Arriba y Loredo-. Y no hay plazos para que los trabajadores cobren la deuda de salarios e indemnizaciones: más de un millón de euros. De hecho, hace unos días finalizó una venta directa de bienes de Triman -que habían sido adquiridos por su socio, Saher- sin que la plantilla haya recibido ninguna notificación: "Seguimos siendo los últimos en enterarnos de todo", afirmaron.

Lo cierto es que la venta bienes del grupo Triman, que en todo caso publicó Saher, culminó hace unos días. Se anunciaba a través de la página "Iagauction", con fecha final pero sin ningún otro tipo de información. "La concursal, al menos a los trabajadores asturianos, no nos dice nada", han criticado.

La del Grupo Triman Minerals, dedicado a la producción de maquinaria para el trabajo en canteras, está siendo una liquidación muy compleja. La empresa avisó del cierre en marzo de 2019, dejando a los trabajadores sin apenas explicaciones ni posibilidad de réplica. El concurso de acreedores ha estado marcado por la polémica. Primero, porque los propios administradores han solicitado ya la declaración del procedimiento como "culpable". Entre otras cuestiones, apuntaban a la venta "irregular" de maquinaria. Triman enajenó herramientas y otros materiales a la empresa Saher, controlada por la misma persona física.

Según consta en el escrito de la administración concursal que ha tenido en cuenta la Fiscalía, "(Triman) realizó un contrato de cesión con la sociedad vinculada Saher 2000 a través del cual Triman Minerals liquida una deuda vencida con Saher por importe de 1.063.894 euros". El valor neto contable, según la administración, eran 1,2 millones.

Entre medias, se produjo un robo en la factoría de Vega de Arriba. La Policía Nacional destapó la operación, que incluía un acuerdo entre los presuntos autores y una chatarrería de Gijón. Para no llamar la atención de la Agencia Tributaria, acordaron transacciones que no superaran los 2.000 euros. Camión a camión, sustrajeron material por un total de 1,3 millones de euros. Es casi la misma cuantía que se adeuda a la plantilla y, por eso, los trabajadores temen que ese suceso también influya en el cobro de las deudas.

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