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El peaje del soterramiento en Langreo: once años de grietas, baches y suciedad

Los vecinos, indignados por el nuevo retraso en una obra iniciada en 2009, piden "soluciones" a los problemas de insalubridad y seguridad

La iglesia de El Puente, con parte del alero dañado. JUAN PLAZA

Grietas en las viviendas, desconchados en las fachadas de los edificios, daños en el mobiliario urbano, calles llenas de baches y proliferación de moscas por la acumulación de agua estancada en el falso túnel... Las obras del soterramiento están dejando una profunda huella que, lejos de desaparecer, amenaza con cronificarse por los continuos retrasos en la culminación de la obra. El último obstáculo conocido es que será necesario rehacer el borrador del convenio al no haber sido firmado en 2019 y contar con partidas asignadas para ese año. Como mínimo, los trabajos, iniciados en 2009, no acabarán hasta 2022. Los vecinos de las dos zonas más afectadas, el barrio Urquijo y el de El Puente, reclamar que se agilice la conclusión del proyecto y que, en su caso, se adopten "soluciones de urgencia" para solventar algunos de los problemas de insalubridad y seguridad más acuciantes.

Así lo expone Julio Fueyo, alcalde de barrio de El Puente. "Muchas casas están con grietas y días atrás se desprendió un alero de la iglesia. Además, hay otras viviendas en estado ruinoso que no se tiran a la espera de desarrollar el PERI (Plan especial de reforma interior) que nos han prometido desde el Principado en el marco del proyecto de urbanización de los terrenos liberados por las vías". Para Fueyo, sin embargo, ese PERI "se puede ir adelantando porque no interfiere para nada en lo que es la urbanización propiamente dicha".

Otro de los problemas son los desperfectos ocasionados en el asfalto de los viales. "Hay calles en la que hay verdaderos pozos en la carretera y en el las aceras también se encuentran muy deterioradas y eso genera un problema importante de seguridad tanto para los peatones como para los conductores. Hacen falta arreglos urgentes".

En la misma línea se manifiesta Juan Coto, que vive en el barrio Urquijo y presidió la asociación vecinal. "El abandono que venimos padeciendo desde hace años es frustrante. Es un dolor ver el barrio así", indica Coto: "Las fachadas están llenas de desconchados y el adoquinado de los viales interiores del barrio está hundido en muchos tramos". "Además" -añade Coto- "no se ha arreglado un muro que quedó dañado, hay grietas en algunas casas, quitaron un panel que recogía información sobre la historia del barrio y no repusieron el mobiliario que fue retirado en algunas zonas".

No son las únicas taras que ha dejado la obra. "Uno de los problemas gordos que tenemos y que no acaba de resolverse es la suciedad que se ha generado en la rampa de acceso al falso túnel y la aparición de moscas por el agua estancada que se concentra en la galería. Hay veces en las que ni tan siquiera podemos abrir la ventana para ventilar la casa".

Plazos

El nuevo retraso en la firma del soterramiento de las vías en Langreo obligará a hacer una tramitación contra reloj para que las obras puedan iniciarse este año. La inversión incluye 40 millones para la instalación de las vías y mejoras en la línea por parte del Adif (que debe ejecutarse entre 2020 y 2021) y más de 9 para urbanizar los terrenos liberados, por parte del Principado, en las anualidades de 2020, 2021 y 2022.

Los plazos apuran porque, según el cronograma fijado en el nuevo borrador, los trabajos deben estar iniciados o al menos adjudicados en el presente año, para el que ya hay consignados 8,6 millones para obras ferroviarias y de urbanización.

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