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El polígono de Reicastro suma ocho años sin empresas y con su plan de uso bloqueado

Hunosa y Confederación aún no han cerrado el proceso administrativo que debe avalar el acuerdo alcanzado hace un año en la parcelación

Parte de los terrenos del polígono de Reicastro.

El polígono de Reicastro, cuyo desarrollo costó 4,5 millones de euros, lleva ya ocho años urbanizado y a la espera de que Hunosa logre darle contenido industrial. Han sido ya varios los proyectos generadores de empleo que han pasado de largo tras mostrar interés por estos terrenos. El último intento truncado es el de Asturiana de Laminados, que ya tiene casi construida en Benavente la factoría que pretendía levantar inicialmente en Reicastro.

Al margen de las discrepancias por el precio del suelo, Asla se encontró con un problema inesperado cuando quiso instalarse en el polígono mierense propiedad de Hunosa. Y es que el área industrial arrastraba desde su urbanización en 2012 una anomalía urbanística relacionada con la titularidad de parte de los terrenos. Hace ahora un año la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y Hunosa sellaron un convenio para adecuar la parcelación. El documento fue entregado al Ayuntamiento de Mieres, pero, transcurridos doce meses, la nueva ordenación, aunque ciertamente ya acordada y cerrada, sigue sin tramitarse en el registro.

En su momento, la Confederación, según Hunosa, "consideró que dentro del ámbito de actuación de Reicastro se habían incluido unos terrenos de dominio público de titularidad del Estado". En concreto, parte de la senda peatonal paralela al río. El acuerdo que aún está pendiente de sus últimos flecos administrativos da por buena la tramitación urbanística de Reicastro realizada por Hunosa por entender que los usos previstos para los inmuebles incluidos en el ámbito de actuación del polígono "resultan compatibles con el dominio y uso público de los mismos, y que los derechos de la Administración del Estado quedan plenamente reconocidos y garantizados".

El proyecto de Asla no ha sido el único que no ha cuajado en Reicastro. La primera iniciativa que trascendió para Reicastro la promovió la compañía Ingeniería de Cerramientos y Fachadas Llanera, que planteó hace ya casi una década una inversión de casi ocho millones de euros y la creación de 38 nuevos puestos de trabajo. Por esas fechas se supo que también hubo contactos con GAM y Rioglass, pero la lenta gestación del polígono truncó estas opciones. En los últimos años se han frustrados otros proyectos.

El cambio en la política energética del anterior Gobierno del PP hizo que Hunosa paralizase la inversión de 41 millones de euros en Reicastro para una central térmica de biomasa de 15 megavatios. También había problemas con el consumo estimado de la planta, de unas 128.000 toneladas al año, que no se podría garantizar con los terrenos de la hullera.

Con todo, el proyecto que ha estado más cerca de cuajar es que el intentó desarrollar Asla el año pasado. De hecho, Latem Aluminium ya es una realidad tangible en la Meseta tras frustrarse su implantación en Mieres. Los trabajos de cimentación de la planta de Villabrázaro, una localidad zamorana muy cercana a Benavente, están ya concluidos. La firma que preside Macario Fernández está ya en la fase de instalación de los equipos, con el fin de poner en marcha la fábrica en 2021. En Reicastro, mientras, siguen sin uso desde 2012 algo más de 77.0000 metros cuadrados de suelo industrial perfectamente equipados.

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