Seis residencias del Nalón y Caudal recibieron ayer una donación de mascarillas y guantes por parte de la firma Piensos Lago, ubicada en el polígono de Vega de Arriba en Mieres. Unos kits en los que también había gel desinfectante y gafas de protección, valorado todo en unos 9.500 euros. Ramón Lago, gerente de la compañía, destacó que "es el momento de ayudar, y por eso decidimos hacer la donación de este material".

La firma ya vendía estos productos, pero debido a la crisis sanitaria del coronavirus, se agotaron. "El miércoles contactó con nosotros un proveedor de Portugal para decirnos que tenía 6.000 mascarillas, que si las queríamos, así que las compramos, pero no para venderlas, sino para donarlas", destacó Lago. El pedido llegó ayer por la mañana.

Al final no fueron 6.000, sino 5.800, pero daba igual, el gerente de la compañía se puso en contacto con las residencias y organizaron la entrega, que tuvo lugar por la tarde en sus dependencias comerciales de Mieres. Finalmente, estos suministros muy necesarios para pasar esta crisis llegarán a la Residencia Virgen del Carbayu, Residencia Nuestra Señora del Fresno, Mentalia Langreo, Residencia Rivera Onís, Residencia Santa Bárbara y Residencia El Nadal, ubicadas tanto en las comarcas del Nalón como en el Caudal.

En total, la firma distribuyó 5.800 mascarillas, sesenta litros de gel hidroalcohólico, 1.200 guantes de nitrilo y sesenta gafas de protección. Todo distribuido en función de los residentes que tienen estos centros geriátricos de las Cuencas, quienes por su parte agradecieron a la compañía esta donación desinteresada.

"Sabemos que nuestra empresa ha hecho un gran esfuerzo, pero también sabemos que nuestros mayores nos hicieron ser quien somos hoy", destacaba ayer Ramón Lago, señalando que "sólo podemos ser agradecidos con ellos y con todos los sanitarios que día a día les dan cariño y están pasando por unos momentos durísimos". La compañía ha notado mucho la crisis del coronavirus, siempre había contado con este tipo de material, que suele utilizarse en el mundo agrícola, sin embargo, lo que cambió fueron los clientes. "Hemos atendido a bomberos, policía... antes vendíamos igual 2.000 guantes y 700 mascarillas al año y ahora se ha multiplicado", resaltó Lago.