Las recomendaciones sanitarias debido a la crisis del coronavirus abogan por limitar al máximo los viajes para hacer compras, lo que obliga a las empresas a reinventarse o potenciar servicios como la venta electrónica. Esto es lo que le ocurrió a la firma establecida en el polígono mierense de Vega de Arriba Piensos Lago, un supermercado agrícola, que ha multiplicado por diez sus ventas online.

"Desarrollamos la web hace dos años y medio, con acceso a un catálogo de 8.500 productos, y ahora tenemos a cuatro personas dedicadas únicamente a este servicio", destaca Ramón Lago, gerente de la compañía. Así, el trabajo en la web se desarrolla en dos turnos, comenzando a las siete de la mañana y terminando a las nueve de la noche, "solo podemos hacerlo así porque los pedidos en la web se han multiplicado por diez".

Este incremento se debe a que muchos de los productos que tienen en su almacén están siendo muy necesarios para sectores distintos al agrícola, como los servicios de seguridad o sanitarios. Y es que se pueden -o podían en algunos casos- comprar guantes, mascarillas, caretas de metacrilato, buzos o monos desechables. Productos estos que ya utilizaban sus clientes agrícolas en su labor diaria, "sobre todo cuando tienen que trabajar con productos químicos o realizar otros trabajos". Ya notaron este incremento durante los primeros días de la crisis sanitaria. "Empezamos a vender para bomberos, para policías, porque también podían utilizar estos productos", señaló Lago.

Y las ventas aumentaron de forma exponencial. "Antes vendíamos igual 2.000 guantes y 700 mascarillas al año, ahora ese número se ha multiplicado", destacó. Para atender esta demanda, "nos volcamos de lleno con nuestros proveedores para poder satisfacer a los clientes". Por otro lado, también mantienen la venta presencial, aunque mucho más limitada. "Estamos en una situación que no nos gusta, porque estamos expuestos y claro que hay miedo, pero tenemos que tirar hacia delante", resaltó el gerente.

Solidaridad

La compañía también ha intentado mostrar su solidaridad, y días atrás hizo entrega de 5.800 mascarillas que había conseguido de un proveedor portugués entre varias residencias, tanto del Nalón como del Caudal. "Hay que ayudar en lo que podamos y nos preocupan nuestros mayores", apuntó Lago. No solo repartieron mascarillas, también gel hidroalcohólico, guantes y gafas de protección. Este material fue bien recibido por estos centros asistenciales de las Cuencas, que agradecieron este gesto solidario.

Piensos Lago es un establecimiento comprometido con las Cuencas. Sus orígenes se remontan a hace setenta años, cuando comenzó con el negocio de los piensos -de ahí el nombre-. Con el tiempo se abrieron al material agrícola, convirtiéndose en lo que son hoy: "Somos el supermercado agrícola". Además de su nave en Mieres, la firma también está establecida en el polígono industrial de Granda y fabrica sus propios piensos.