La familia de Ángel Cabanillas ya ha podido recuperar los restos mortales del hombre, fallecido en un hospital de Madrid el pasado día 27 de marzo. Tras una odisea que se prolongó durante once días, el cuerpo del hombre fue trasladado el lunes a Langreo, donde ayer fue incinerado. Sus familiares agradecieron en las redes sociales las muestras de apoyo.

Cabanillas se sometió a una intervención de hipertensión pulmonar en un hospital de la capital a finales del pasado mes de febrero. Surgieron complicaciones posoperatorias, por lo que tuvo que ser ingresado en la UCI. Todo se desarrollaba dentro de unos parámetros habituales, hasta que el coronavirus se cruzó en las vidas de esta familia de Langreo. Cabanillas no contrajo la enfermedad, pero el hospital, según relató su familia, se convirtió en un caos. El hombre salió de la UCI, "pese a que nos habían dicho que debía seguir allí diez o doce días más".

Ángel Cabanillas falleció el 27 de marzo por una septicemia. Su cuerpo fue trasladado a la morgue de Palacio de Hielo sin conocimiento de su familia, que, una semana después, no sabía cuándo podría tener sus restos para poder incinerarlos, debido a las complicaciones surgidas con la aseguradora y la funeraria para el traslado. Finalmente, tras once días de tensa espera, los restos de este langreano pudieron llegar a su lugar de residencia.