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Un innovador proyecto en la comarca

La Soterraña, lista para descontaminar "cuando todo vuelva a la normalidad"

Los responsables del proyecto europeo, con 1,7 millones de presupuesto, culminaron las obras de acondicionamiento antes del estado de alarma

Estado actual de la mina La Soterraña, en Lena. FERNANDO RODRÍGUEZ

La "contención de los contaminantes" de la antigua mina de La Soterraña, en el valle de Muñón (Lena), podrá comenzar cuando se recupere la normalidad tras el estado de alarma derivado de la crisis sanitaria por el coronavirus. Así lo han asegurado responsables del proyecto europeo SubProducts4LIFE -dentro de la línea del programa LIFE-, que cuenta con una inversión de 1,7 millones de euros. El objetivo es "contener" el avance de los contaminantes que guarda el subsuelo de la explotación, cerrada hace más de veinte años, principalmente mercurio y arsénico.

Muchos fueron los trabajadores que perdieron la vida por su trabajo en La Soterraña. Las narraciones más crudas hablan de hombres que "vomitaban sangre" al salir de las entrañas de la mina. Otros notaron sus efectos mucho tiempo después, y sus dolencias nunca fueron reconocidas como enfermedades de trabajo. Al cierre de La Soterraña siguió una exigencia de los vecinos que aún se mantiene: la descontaminación de los suelos.

"Este proyecto no es una descontaminación como tal, sino una contención de los contaminantes para evitar su propagación", han aclarado a este diario responsables del programa SubProductos4LIFE. En el plan participa la Universidad de Oviedo, Ayuntamiento de Lena, entidades públicas y privadas. Es una iniciativa pionera en Europa y, si funciona, podrá replicarse en otras explotaciones clausuradas en el Este de Europa.

Es innovador, primero, por los materiales: incluye el uso de 20.000 toneladas de escoria y cenizas para "fijar" esos contaminantes. Es decir, evitar que pasen al agua de escorrentía y que se distribuyan por el valle. Los subproductos llegarán desde térmicas, cementeras y de acerías de la región. Se utilizarán cuatro tipos de "subproductos": cenizas de las térmicas y los yesos que se utilizan para eliminar el sulfuro de los humos de las centrales, también escorias de hornos altos y de cementeras.

El proyecto ha dado "muy buenos resultados" en el laboratorio. Ahora es el momento de llevarlo pasar del ensayo "al escenario". La cronología del plan SubProducts4LIFE se ha visto retrasada, primero, por la farragosa tramitación necesaria para trabajar en La Soterraña. Una primera parte que parece ya solventada: "El trabajo previo de campo está ya culminado, lo que empezaría ahora sería la primera fase de fijación de los contaminantes". Pero otro golpe a la actuación. "El actual estado de alarma no permite que sigamos adelante, por el momento, con la planificación inicialmente prevista. Esperamos retomar las labores lo antes posible".

Transparencia

El proyecto europeo incluye una cláusula de suma transparencia hacia el entorno y los vecinos. Extremo que, según los responsables del proyecto y las Administraciones regional y municipal, se está cumpliendo. No piensan igual los vecinos del valle de Muñón. Fuentes vecinales han afirmado a este diario que "no nos han dicho absolutamente nada del momento en el que se encuentra el proyecto, solo sabemos lo que se publica en la prensa desde la presentación pública que se hizo ya hace dos veranos (en agosto de 2018)". Tampoco, según su versión, sobre el posible impacto que generará en la zona: "Están hablando de tratar la contaminación con 20.000 toneladas de escoria. Queremos saber en qué situación quedará el valle, que ya ha sufrido bastante", clamaron.

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