El SOMA-FITAG-UGT pretende aprovechar los fondos de transición justa para desarrollar una industria de productos sanitarios esenciales en las comarcas mineras, "donde hay espacio industrial e infraestructura disponible para su instalación". Esto podría conseguirse complementando el plan de ciencia del Principado de Asturias, que está dotado con 447,5 millones de euros. La propuesta nace, tal y como explican desde el sindicato, debido a la actual crisis sanitaria del coronavirus, "que ha puesto de manifiesto nuestras debilidades".

El secretario general del SOMA, José Luis Alperi, señaló que la actual situación "supone una llamada de atención que tiene que llevarnos a replantear muchas cosas, entre ellas el modelo de investigación y de producción de medicamentos y productos sanitarios". La central ya propuso hace unos días la posibilidad de utilizar las instalaciones de Hunosa para albergar uno de los posibles almacenes estratégicos de productos sanitarios, "pero nuestra idea es no quedarnos ahí". La Unión Europea y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo han manifestado que son necesarios nuevos métodos y medidas, como la creación de una industria propia y una reserva estratégica de productos sanitarios. Ideas que "no son nuevas para el SOMA, que lleva años reclamando una política europea y nacional de apoyo a la industria nacional". En este sentido, "Asturias puede, y debe, contribuir a que España garantice una producción de medicamentos y productos sanitarios para que el abastecimiento no se vea condicionado por un problema de parada de la cadena de producción de países como la India o China, o de medidas proteccionistas que puedan adoptar para garantizar el abastecimiento de su población y que paralizaría sus exportaciones". Ahora, según Alperi, "es el momento de garantizar capacidades de producción de medicamentos para poder hacer frente a los problemas de salud y poder reaccionar con capacidad de producción en caso de una crisis pandémica como ésta".

La propuesta de la central pasa porque Asturias impulse la capacidad innovadora de sus empresas y estimular la investigación en nuevos medicamentos a través de la cooperación entre todos los agentes. Aquí se enmarca la industria, los reguladores de diversas Administraciones públicas, los gestores de la sanidad, los investigadores básicos y clínicos, las sociedades científicas, los pacientes y sus asociaciones, y los proveedores de bienes y servicios relacionados con la investigación.

El plan de Ciencia del Principado de Asturias, dotado con 447,5 millones de euros en el periodo 2018-2022, tiene como objetivo fundamental impulsar el sistema de innovación asturiano. "Puede ayudar a desarrollar la acción investigadora y el desarrollo de actividades de I+D+i, en directa colaboración con la Universidad de Oviedo, y apoyándose en organismos públicos de investigación como el INCAR-CSIC, y en el sistema sanitario de I+D donde podría jugar un papel relevante la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (FINBA)". Tampoco pierden de vista la colaboración público-privada, "donde Asturias tiene un gran potencial, ya que cuenta con más de 200 empresas relacionadas con la investigación y la fabricación de medicamentos en la región, por lo que no debemos renunciar a convertirnos en un referente nacional, tanto de I+D+i, como de producción de fármacos, que traerá consigo la creación de empleos de calidad".

Los fondos de Transición Justa podrían complementar este plan "que podría impulsar a aquellas empresas de este sector que generen empleo en las comarcas mineras". Asimismo, las ayudar " permitirán relanzar las industrias relacionadas con la salud, más necesarias que nunca, a la vez que generan empleo que permite una vida digna y generan una actividad económica que protege la salud ciudadana".