La actual crisis sanitaria arroja muchas dudas sobre la apertura este verano de las zonas de baño. En Mieres hace años que los chapuzones estivales se ahogan en problemas. La piscina de Turón es desde hace tiempo el principal referente en lo que se refiere a este tipo de infraestructuras en el municipio. Actualmente atraviesa por graves problemas, con una obra interrumpida para acabar con las fugas de agua detectadas durante la pasada campaña. Y es que las piscinas al aire libre del concejo hace tiempo que parecen ser víctima de un aguafiestas.

El Ayuntamiento de Mieres anunció en marzo de 2012 la construcción de la actual piscina climatizada de Vega de Arriba. El proyecto, con 1,5 millones de presupuesto y 18 meses de obras, permitiría también acometer de paso la reforma del vaso de la piscina descubierta, que incumplía la normativa de seguridad y que llevaba ya varios años cerrada. "Se trata únicamente de reducir la profundidad máxima de la piscina", señalaron entonces los responsables del área de Deportes del Ayuntamiento de Mieres. La instalación nunca más abriría y acabaría sellada con arena.

Tras la pérdida de la piscina al aire libre de Vega de Arriba, la oferta en el concejo se centralizó en las piletas de Turón y Paxío, ambas bastante alejadas del casco urbano. Estos dos espacios lúdicos han permanecido prestando servicios bajo la gestión de entidades vecinales, pero han sufrido importantes problemas. En el caso de Paxío, el equipamiento abordó hace un año la construcción de un edificio auxiliar destinado a vestuarios. La obra tuvo un presupuesto final de 94.380 euros. Esta inversión se sumó a otras que previamente se habían abordado en esta instalación deportiva, después de que el Ayuntamiento perdiera una subvención de 120.000 euros para reformar el equipamiento. El gobierno de IU señaló en 2014 que la ayuda regional para la piscina de Paxío se perdió porque la empresa adjudicataria abandonó la obra.

Paralización

Ahora es la mucho más amplia y bien equipada piscina de Turón la que tiene problemas. El equipamiento está gestionado por la histórica asociación "Mejoras del valle". El año pasado recibieron un requerimiento del Ayuntamiento en el que se reclamaba el abono, con carácter retroactivo, de la tasa de agua de los últimos cinco años. El gobierno local está dispuesto a dar las "mayores facilidades de pago", pero siempre dentro de la ley. En la piscina se detectaron fugas y los propios vecinos decidieron arreglar la avería en sextaferia, rebajando así a la mitad el coste de la actuación. Está valorada en unos 70.000 euros. "Al decretarse el estado de alarma no hemos podido trabajar más", explica la presidenta de "Mejoras del Valle", Silvia Suárez.

A estas alturas parece complicado que la piscina de Turón pueda abrir este verano. "Está todo levantado y el tiempo se nos echa encima", reconoce Suárez. Los vecinos están decididos a volcarse en las labores, pero la actual crisis sanitaria hace muy complicado poder trabajar con plazos. Si la piscina no abre este verano, no habrá ingresos y, por lo tanto, será difícil hacer frente a los pagos: "No es exagerado decir que la piscina está en peligro", asume Silvia Suárez.