Café, vino, refrescos, sidra... y mascarillas. Numerosos vecinos de la comarca del Nalón se animaron ayer a salir a la calle y volver a poblar las terrazas tras casi dos meses de estado de alarma en los que los bares han permanecido cerrados. Pudieron brindar y reunirse alrededor de una mesa. El sol acompañó desde bien temprano, pero la jornada dejó sombras entre los hosteleros. Muchos no abrieron y algunos de los que sí lo hicieron expresaron su temor de que esta desescalada parcial no sea suficiente para mantener el negocio a flote.
"La gente ha madrugado. Monté la terraza a las 8.30 y ya tenía clientes para tomarse un café. Se ve que había muchas ganas", explicó Carmen Noceda, propietaria de la sidrería Noceda de Sama, quien indicó que es pronto para sacar conclusiones: "La plantilla del negocio la componen seis personas, pero de momento solo he podido sacar a dos del ERTE: una cocinera y un camarero. Habrá que ver cómo funciona el tema de la recogida de comida y cómo va evolucionando la demanda".
En una línea similar se expresó Ernesto Suárez, de la cafetería Luzes de La Felguera. "Todo esto es una incógnita porque no se puede saber lo que va a pasar por un día. Hoy el tiempo acompañó y la gente tenía muchas ganas, pero esto no es Canarias. Además, en La Felguera, por ejemplo, habrán abierto el 10 por ciento de los bares porque muchos de ellos ni siquiera tienen terraza. La terraza es un complemento del negocio, no lo sustenta y también hay que pensar que va a suponer gastos añadidos como desinfección y colocación de jaimas", apuntó Suárez, que añadió: "Llevo muchos años en esto y nunca hubo un palo semejante. Hay mucha incertidumbre".
A Julio Arsenio García, vecino de El Entrego, le conocen como "Don Johann" por ser aficionado del Barça y por la admiración que siente "desde que era jugador" por Cruyff.
Como el técnico holandés, también juega al ataque. Ayer, al comprobar que no había muchas sidrerías abiertas en El Entrego (después la cosa se fue animando) decidió ampliar el campo de acción a Ciaño. "Soy sidreru de siempre. Durante el confinamiento compraba las botellas en un supermercado y las bebía en casa, pero no es lo mismo. Ya no solo es que te escancien el culete; es sobre todo la tertulia con los amigos de la cuadrilla. Se echaba de menos; me prestó mucho porque esperaba esto como agua de mayo".
El Ayuntamiento de San Martín "puso a disposición de los hosteleros la asesoría técnica de la Oficina de Urbanismo en el proceso de reapertura de las terrazas, mediante visitas de oficio a todos los establecimientos que han solicitado la ampliación. Por el momento se han presentado 17 solicitudes", indicó el gobierno local.
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