El refugio de Brañagallones se ha convertido, junto al del Urriellu, en la primera instalación de montaña de este tipo de Asturias que cuenta con un desfibrilador. Así lo explicó José Manuel Prado, guarda del equipamiento, que es propiedad del Principado y gestiona la Federación de Montaña. "Es un añadido más para hacer más seguro el refugio. Justo antes de iniciarse el estado de alarma estuvimos haciendo un curso de formación con guardas de otros refugios".

Junto con el desfibrilador, la Fempa también ha equipado el refugio con un botiquín que suma a los fármacos, gasas y apósitos básicos material sanitario más especializado.