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El fallo de un generador causa un vertido de gasoil junto al refugio de Brañagallones

Los montañeros afirman que el combustible no generó daño ecológico, aunque el incidente acentúa la necesidad de usar "energías limpias"

José Manuel Prado, guarda del refugio de Brañagallones, con el desfibrilador.

La avería de un generador que suministra energía al refugio de Brañagallones provocó el pasado fin de semana un vertido de gasóleo en el entorno del emblemático equipamiento de Caso, propiedad del Principado y gestionado por la Federación de Montaña de Asturias (Fempa). El presidente de la entidad deportiva, Juan Rionda, expuso que el incidente "no llegó a causar un daño" ecológico ya que el gasoil "no fluyó en una gran cantidad y no se precipitó hacia la pradería". Sin embargo, sí remarcó que ocurrido pone de manifiesto la necesidad de sustituir los actuales generadores por sistemas que utilicen energías limpias.

A la avería de la máquina que vertió el combustible se sumó otro fallo en el segundo de los generadores, con lo que el refugio estuvo día y medio sin suministro eléctrico. "El sábado se averío uno de los dos generadores al romperse una pieza y el otro ya estaba parado desde hacía días. Llamé a la directora general de Deportes, que envió a los técnicos, porque el refugio se quedó sin electricidad y eso podía echar al traste toda la mercancía almacenada. Además de amenazar la reapertura, que se producirá en los próximos días", indicó Rionda.

El máximo responsable de la Fempa esgrimió que el suceso no llegó a generar un problema ecológico. "Con la avería se perdió un poco de gasoil, pero sin mayor trascendencia. Cuando hay un fallo de este tipo a veces se pierde algo de gasóleo, pero ese es el problema de utilizar combustible que no debería estar en un parque natural. Habría generado daño ecológico si se esparciera por la zona, pero no cayó para la pradería, a lo que es la vega, donde está el ganado. Ahí no cayó nada". Rionda relató que "se perdió un poco de combustible hasta que se detectó la avería, pero se sumió directamente en la tierra en lo que es el entorno del refugio". Y añadió: "No cayó mucho porque el depósito tampoco estaba a plena capacidad, pero como digo la preocupación sigue existiendo".

El presidente de la entidad deportiva aseguró que la "lectura" que deja el incidente es que con los generadores de gasoil "siempre expuestos no solamente a la averías que puedan dejar sin suministro al refugio sino a que pueda haber algún problema ecológico. Aunque en esta ocasión no pasó nada y no tuvo mayor trascendencia, seguimos insistiendo en que la mejor solución es la energía limpia". Una de las propuestas de la Fempa ha sido la petición al Principado de instalar paneles solares en el refugio, aunque nunca llegó a concretarse.

No es la primera vez que el parador de Brañagallones se queda sin energía por averías en sus dos generadores. El pasado mes de octubre el equipamiento estuvo tres días sin suministro eléctrico como consecuencia de sendas averías en los dos equipos de la instalación. En aquella ocasión hubo que cerrar la instalación cuando los últimos turistas que habían pasado el fin de semana en Brañagallones se disponían a dejar el inmueble. Uno de los generadores tiene tres años y el otro tiene un año.

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