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Perros "personalizados" para las familias

El albergue canino de Langreo, con 43 animales, pone en marcha un programa para que el can y sus adoptantes sean "compatibles"

Perros "personalizados" para las familias

"Personalizar" al máximo la adopción de los perros para que el animal y la familia con la que vaya a convivir se adapten desde el primer día a su nueva situación. Este es el objetivo del nuevo programa que se está poniendo en marcha en el albergue de animales de Langreo, gestionado por Dog Harmony. Desde su llegada en noviembre, se dieron en adopción 41 canes. Además, los dueños recuperaron 23 animales que fueron encontrados perdidos. Ahora hay 43 perros en las instalaciones, por 53 de hace seis meses.

Paulino Fernández explica que el proyecto para la adopción del "perro personalizado" ya se está llevando a cabo. En el centro (ubicado en la zona de Pajomal) se trabaja "vinculando al animal", mediante una serie de ejercicios, "con uno de los cuidadores". Cuando el animal forja este vínculo con una persona, le resulta mucho más sencillo poder hacerlo de nuevo con otra persona, en este caso, su futuro dueño. Fernández apunta que "ya se están logrando resultados". Se pretende que el perro pueda adaptarse lo mejor posible a la sociedad, "al medio, a la familia. Es como un perro personalizado, ofrecemos el animal con unas características" que además sean compatibles con las de la persona que lo adopta. Para generar estos "vínculos" con la persona, el tutor realiza ejercicios con el animal, en espacios de juego y de calma.

La crisis sanitaria también ha afectado en parte al funcionamiento del albergue. Cuando concluya el estado de alarma se tiene previsto iniciar programas con los voluntarios, de los cuales a una docena de ellos se había ya formado con anterioridad. En este tiempo no se ha detectado un mayor número de abandonos. De hecho, "se han sacado más animales de la media" con adopciones y también recuperaciones (el perro se había perdido y se devuelve a sus dueños).

Uno de los problemas a los que se enfrenta la perrera langreana es al alto número de animales considerados potencialmente peligrosos. De los 43 perros que hay en el centro, 25 entran dentro de esta categoría. Son canes cuya adopción es más compleja, además los voluntarios no pueden trabajar con ellos. Lo debe de hacer el personal de la perrera, que con sus cuidados consigue que estos animales, que en algunos casos "pueden venir de ambientes completamente negativos, como el de las peleas y el maltrato animal", vayan ganando en tranquilidad y sociabilidad.

Internacional

Los perros potencialmente peligrosos que se están dando en adopción se van en muchos casos fuera de España, sobre todo a los países bajos. "Tenemos ahora tres adopciones que se van para Bélgica", apunta Paulino Fernández. Uno de ellos es Yankee, el "abuelo" de la perrera. "Tiene como diez años, ya llevaba mucho tiempo aquí", apuntan los cuidadores. La cultura de la adopción en estos territorios es distinta a la española, que casi siempre busca un cachorro. "Allí es bastante habitual el adoptar a un perro que sea un poco abuelo".

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