La Guardia Civil sorprendió el pasado 21 de mayo a un joven de 32 años, vecino de San Martín del Rey Aurelio, cuando cazaba un corzo de manera furtiva. Lo hacía además con un rifle de mira telescópica que no era suyo, y sin licencia de armas. El hombre, que responde a las iniciales de V. P., está siendo investigado por dos delitos, uno contra la flora y la fauna (furtivismo) y otro de tenencia ilícita de armas.

El personal de la guardería del coto regional de caza San Martín del Rey Aurelio, detectó la presencia de un individuo que había realizando un disparo desde un vehículo que circulaba por la AS-119, la "Y" de Bimenes, una carretera "de notable tránsito". El tiro iba dirigido hacia un corzo que había en una pradería en al zona de la Güeria Carrocera. Tras ponerlo en conocimiento de la Guardia Civil, se estableció un dispositivo de localización del autor del disparo, identificándolo minutos más tarde cuando regresaba a buscar el animal, que había huido, posiblemente herido. Dentro del coche se localizó el arma con la que se había realizado el disparo, un rifle con mira telescópica y silenciador, la cual según manifestó el investigado "no era de su propiedad, se la había dejado prestada un amigo". Tras identificarlo, los agentes pudieron comprobar que además de realizar el disparo desde una zona prohibida (una carretera), no tenía licencia de caza ni permiso del coto regional de caza, ni licencia de armas.

Se acusa a V. P. de caza furtiva y tenencia ilícita de armas, y se ha propuesto para multa al titular del rifle, tanto por negligencia como por tener un silenciador. En plena época de caza del corzo, tramitar un permiso de caza para la especie cuesta unos 500 euros.