Un nuevo ataque de lobos en el concejo de Aller. Esta vez, en el puerto de Cotobello. Varios cánidos salvajes, según ganaderos de la zona, mataron un corzo adulto en el alto. El ataque se produce cuando solo falta una semana para el comienzo de la temporada de pastos, situación que genera incertidumbre entre los productores: "Tememos que cambien de menú y ataquen a los xatos", destacaron.

Es otro golpe para una especie que no está en una buena situación en el concejo. La población de corzos se ha visto afectada por una grave enfermedad. Se trata de una dolencia en la que un gusano se aloja en el interior de la nariz del animal hasta causarle la muerte por asfixia. La llegada de esta enfermedad, explicaron los ganaderos, "ha provocado una bajada muy notoria en el número de ejemplares. Durante la última década, ha disminuido el censo a la mitad". De hecho, han llegado a solicitar un estudio ante el alarmante retroceso de la especie.

Los problemas no eran ya pocos antes de que llegaran los lobos. La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (AGALL) ya había denunciado al inicio de la cuarentena que el confinamiento de los humanos acarrearía "graves daños" para las ganaderías. Según explican, "la fauna salvaje se está acercando más que nunca a las poblaciones. Los lobos salen a comer, como mínimo, uno de cada tres días". Y en lugares tradicionalmente poco frecuentados por ellos, como es el caso del monte de Cotobello. En Llosorio, según la entidad AGALL, "se han perdido más de cien reses desde el inicio de año". Entre ellas, más de treinta ovejas que fueron halladas en uno de los peores ataques de lobo que se recuerdan en la comarca del Caudal. Los representantes de los productores exigen que los pagos lleguen a tiempo "para evitar la quiebra del sector".