El 7 de mayo de 2010, hace ahora una década, el Gobierno del Principado -con el por entonces consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía al frente- inauguraba, vacía y sin contenidos, la Casa del Urogallo de Tarna. Diez años después, el edificio, calificado como "tanatorio" por su estética fuera de lugar en un parque natural por los vecinos, sigue sin uso, pese a los esfuerzos municipales. Además de estar vacío, el museo cuenta con algunas deficiencias, como el suministro de agua, que hacen inviable su utilización por el momento. Nueve años lleva también en desuso el otro gran equipamiento de Redes, el "hospital de animales" de Sobrescobio.
Diez años después de su fallida inauguración, el malestar entre los vecinos con lo ocurrido con la Casa del Urogallo sigue siendo muy grande. El Principado se hizo con las antiguas escuelas del pueblo, utilizadas y queridas por el vecindario, y las derribó para hacer el edificio, "el tanatorio", tal y como lo califican las pintadas que desde hace años adornan el inmueble. La inauguración de 2010, sin equipamientos, sin instalación eléctrica y sin un suministro de agua estable, tampoco sirvió para calmar los ánimos.
Los planes del Principado por aquel entonces pasaban por abrir el equipamiento con una exposición y para poder observar a través de videocámaras los trabajos que se realizan en el centro de cría en cautividad del urogallo, en Sobrescobio. Pero no fue así, y desde entonces, hace ya una década, el edificio está en desuso. Un total de 676.766 euros se invirtieron en su construcción. Y en el derribo de las antiguas escuelas.
Tras estar ocho años en manos del Principado, la Administración regional decidió devolver el inmueble a los dueños primigenios: los vecinos de Tarna. Esta devolución se concretó en julio de 2018. Se habló de utilizar el edificio como albergue, con destino turístico, o como nuevo centro social para el pueblo. Sin embargo, estas posibilidades están ahora supeditadas al nuevo sistema de abastecimiento.
Su aprovechamiento está lejos aún. El deficiente suministro de agua existente en esta zona del pueblo, la parte más alta de Tarna, en la que se encuentra el inmueble, impide que pueda aprovecharse. El Ayuntamiento casín analizó la posibilidad de dotar a la zona de un sistema de bombeo, similar al existente en El Tozu, pero la mejor solución, tras consultar con Cadasa (Consorcio de Aguas de Asturias), es la construcción de un nuevo depósito, conectado con el actual equipo.
La Casa del Urogallo no es el único equipamiento fallido dentro del proyecto del Parque de la Fauna que, en 2005, presentó el Gobierno del Principado, con Vicente Álvarez Areces. Otro inmueble de aún mayores dimensiones y coste muy superior, el llamado "hospital de animales" de Sobrescobio, construido en la zona de El Castrín, lleva ya nueve años en desuso. Costó cerca de 4,5 millones de euros, y también sufre carencias básicas, como es la de la falta de suministro eléctrico permanente. En todo este tiempo solo se ha utilizado en dos ocasiones, para la cura y posterior puesta en libertad de dos ejemplares jóvenes de oso pardo.
Seguridad
SeguridadEl Principado instaló en octubre de 2017 rejas de seguridad en las puertas y las ventanas del edificio. Se produjo entonces el robos. Después se instaló una alarma que es capaz de funcionar sin electricidad. En el diseño original estaba prevista una segunda fase, con un presupuesto de siete millones de inversión, que no se llevó a cabo. Una vez completados estos trabajos los turistas podrían ver a los animales en proceso de recuperación en un cercado que tendría 6,3 hectáreas de superficie.
El Principado anunció en abril de 2016 su apuesta por abrir de forma parcial el hospital de la fauna del parque natural de Redes y que funcionase de forma conjunta con el centro de cría del urogallo. Desde entonces, no ha habido más movimientos.
