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El mercado de Mieres amplía su espacio y ocupará parte de la calle Manuel Llaneza

Ayuntamiento y vendedores pactan la mayor reorganización en medio siglo de la zona, hasta ahora delimitada por la plaza de abastos

Uno de los pocos puestos de alimentación que se instalaron en el mercado este pasado domingo. FERNANDO RODRÍGUEZ

El mercado dominical de Mieres afronta una importante transformación que, tras el intervalo sin actividad motivado por la crisis sanitaria, se materializará este próximo domingo. El Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con los representantes de los 110 feriantes que integran este concurrido zoco para redistribuir los puestos y ampliar su actual superficie. Por primera se instalarán tenderetes fuera de las calles anexas a la plaza de Abasto. Concretamente se integrará en el mercado toda la zona central de la calle Manuel Llaneza, la principal arteria vial de la ciudad.

Dos reuniones han sido necesarias para que los feriantes acepten los planes municipales de dar un importante giro a la configuración del mercado dominical, tradicional punto de encuentro de vecinos y visitantes que se ha mantenido casi inalterado durante el último medio siglo. La principal novedad es que este espacio de venta ambulante se ensanchará rebasando los límites del entorno de la plaza de Abastos. El mercado ocupará la franja de la calle Manuel Llaneza que se encuentra entre Doce de Octubre y Escuela de Capataces. Es decir, todo el frontal de los colegios Liceo y Aniceto Sela.

Los puestos serán redistribuidos por actividades. Las calles Doce de Octubre y Velázquez serán destinadas a la venta de productos de alimentación. El resto se dedicará a textil y artesanía. Las tres hileras de puestos que actualmente se habilitan en los laterales de la plaza serán reducidas a dos y los expositores tendrán una longitud máxima de cinco metros.

El principal escollo que ha tenido que salvar el Ayuntamiento de Mieres para que los feriantes asumieran el proyecto era que muchos de ellos se negaban a cambiar de ubicación. Al final, se ha pactado que la selección de espacios se abordará por un riguroso orden de antigüedad. Entre mañana y pasado se procederá a la selección y el diseño tomará forma el viernes, para estar listo de cara al domingo. La intención del gobierno local es que la totalidad de puestos puedan instalarse con normalidad a partir de este mismo fin de semana.

De lo que se siguen quejando los vendedores es del alto precio del permiso de actividad que cobra el Ayuntamiento. Explican que la tarifa municipal oscila entre los 1.500 y 2.000 euros en función del tamaño del puesto. "Es una cantidad muy alta, que en Asturias únicamente se asemeja a la que se cobra en Avilés", apuntan los portavoces del sector. Los vendedores aseguran que el sector atraviesa por un momento de gran incertidumbre: "Hemos sido muy castigados por la crisis sanitaria y necesitamos medidas que permitan retomar la actividad de la mejor manera posible".

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