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Mieres, banco de pruebas para detectar si el virus pervive en espacios públicos

El proyecto, pionero en España, está encabezado por investigadores de la Universidad de Oviedo e incluye un muestreo en agua potable y residual

El parque Jovellanos de Mieres, con el tobogán aún precintado. C. M. B.

¿Hay restos del coronavirus en los bancos del parque Jovellanos? ¿Y en los papeleras? La Universidad de Oviedo llevará a cabo un proyecto pionero en España para buscar restos del SARS-Cov-2 en superficies -como columpios, papeleras o bancos- y en el agua. El plan piloto consiste en la recogida de restos a través de pruebas PCR, y se llevará íntegramente a cabo en Mieres y en Urbiés. Coordina la investigadora y bióloga Alba Ardura, junto a Eva García y Eduardo Dopico. El estudio cuenta con financiación de la Unión Europea y con la estrecha colaboración del Ayuntamiento de Mieres. Además, se buscan voluntarios "con ganas de aprender" y de participar en un proyecto que puede dar respuesta a muchas de las preguntas que se repiten en todo el mundo.

Lo primero: el método. "Vamos a realizar un muestreo, a través de pruebas PCR, en distintas superficies. También en agua corriente y residual", señaló ayer Alba Ardura. Este muestreo ofrecerá un mapa claro del impacto real del coronavirus en el entorno ambiental de todo el mundo. En el plan inicial se incluyen zonas céntricas de Mieres, como el parque Jovellanos y la plaza de Abastos. También se desarrollarán trabajos en el pueblo de Urbiés (en el valle de Turón): "Necesitábamos una zona urbana y otra rural, y Mieres nos pareció el lugar perfecto".

¿Por qué? Porque es un municipio lo suficientemente grande para que la muestra sea válida, sin perder la accesibilidad de las pequeñas urbes. "Todos los miembros del equipo coincidimos en que es el lugar ideal de Asturias, ya que Gijón, Oviedo o Avilés son demasiado grandes y perderíamos agilidad en el muestreo".

La disposición del Ayuntamiento de Mieres, además, ha sido total. "Se han mostrado en todo momento interesados en este plan, tanto para ayudarnos con los locales que podríamos necesitar para sesiones de divulgación como para ponernos en contacto con el voluntariado", explicó la coordinadora de este proyecto pionero. De hecho, el Ayuntamiento inició ayer una campaña de captación de "ayudantes" dispuestos a trabajar con los investigadores durante todo el procedimiento científico: desde la recogida de datos hasta su análisis.

Los voluntarios son un elemento que convierten a este proyecto en un plan prácticamente único en Europa. Aunque la ayuda ciudadana es más un complemento que una necesidad . "Lo que queremos es que los ciudadanos obtengan la máxima información posible. Queremos que desarrollen un conocimiento y un pensamiento crítico, esencial para luchar contra cualquier amenaza", destacó Alba Ardura, una investigadora que considera "imprescindible" la divulgación en este tipo de proyectos. Ardura no se atreve a asegurar que sea "único", aunque la presencia de coronavirus en las superficies no se ha estudiado en profundidad. Sí se han llevado a cabo ya otros proyectos similares, como un plan en Italia que examinó la posible presencia de SARS-Cov-2 en el agua.

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