Un mierense falleció ayer tras ser decapitado por un tren de cercanías que circulaba en dirección a Pola de Lena. El hombre, según los testigos presenciales, se inclinó sobre los railes en el momento en que cruzaba el convoy de pasajeros. El maquinista nada pudo hacer par evitar el brutal impacto.
El siniestro ocurrió a la altura del polígono de Gonzalín, concretamente en el tramo que transcurre paralelo al Requexáu. Alrededor de las cuatro y media de la tarde la víctima accedió a las vías a través de una de las aperturas que separan las naves industriales, situadas todas ellas en hilera entre el tendido ferroviario y el paseo fluvial de Mieres. El hombre esperó unos minutos a que llegara el primer tren. No tardó en aparecer un cercanías de la línea Gijón-Pola de Lena. Lo vio venir de lejos, ya que el punto en el que se ubicó permite tener visibilidad de toda la larga recta que nace de la estación de Mieres.
Siempre según los dos testigos que presenciaron en persona los hechos, el fallecido se situó junto a la vía, se inclinó, y esperó la llegada del tren. "Pensamos que el maquinista lo vería y le daría tiempo a parar, ya que circulaba bastante lento, pero al final lo atropelló. Fue tremendo, una imagen terrible", explicaba ayer a este diario uno de los testigos.
Al lugar de los siniestro acudieron bomberos del parque de Vega de Arriba y patrullas de la Policía Local y Policía Nacional. El hombre murió en el acto. Se trata de un vecino del casco urbano de Mieres de entre 30 y 40 años.
Pese a que el cuerpo de la víctima permaneció en medio de las vía durante buena parte de la tarde, el servicio ferroviario no sufrió alteraciones. Los viajeros del tren afectados fueron rápidamente trasladados a otro cercanías. La espera fue de poco más de 10 minutos, según Renfe. Fueron evacuados a través de una puente que se encuentra a pocos metros. Si bien el tren no se movió hasta recibir la autorización judicial, el servicio de cercanías se mantuvo con normalidad para la segunda vía del trazado, siempre según fuentes oficiales.
