Ni visitas a viviendas, ni formalización de hipotecas, ni lecturas de escrituras. Absolutamente nada. El mercado inmobiliario se paralizó por completo durante la crisis sanitaria del covid-19 y el precio de la vivienda ya se ha resentido: en la comarca del Caudal, concretamente en Mieres, se redujo en un 2,6 por ciento en comparación con el mes de enero. En Langreo, solo un 0,1 por ciento. Son dos datos que aparecen publicados en una de las páginas inmobiliarias más conocidas en el país (Idealista), pero los expertos son optimistas y piden prudencia antes de analizar el devenir de este ejercicio: "Si la crisis sanitaria se resuelve, saldremos pronto de esto", afirma Antonio Vega, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias.
Vega no es partidario de dar por oficiales los datos de páginas que recogen anuncios de particulares, además de inmobiliarias. "Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, los precios se estiman al alza. Para cada propietario, su casa es la mejor", señala. En cuanto a la bajada de precios en la comarca del Caudal, siempre según los datos anteriormente citados, Vega destaca que se trata "de una zona castigada por la crisis económica y el final de la minería, por lo que no hay que tener en cuenta únicamente el peso que haya tenido en esta fluctuación la crisis sanitaria del coronavirus". "Quizás en este momento haya personas que necesitan liquidez y que hayan decidido bajar el precio en el que inicialmente habían anunciado la vivienda", añade.
La situación en la comarca del Nalón es más similar a la que vive el resto de la región: una bajada apenas perceptible, en el caso de Langreo del 0,1 por ciento frente al mes de enero. ¿Y la vuelta a la "nueva normalidad"? "Hay miedo", replica, rotundo, Antonio Vega. Y no solo por la inestabilidad económica, sino también por la salud.
"Durante las visitas, aunque no estén los propietarios y solo se encuentren con los agentes, los posibles compradores temen tocar algo o arrimarse a las superficies. No pasa siempre, pero es algo con lo que nos estamos encontrando". Todas las visitas se están haciendo, eso sí, siguiendo las normas de seguridad e higiene dictadas por el Gobierno central para el sector. Incluyen el uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia de seguridad, además de la limpieza de manos.
Los tres meses de inactividad en el sector han sido "un golpe duro" para el sector, que ya empezaba a levantar cabeza en las Cuencas. A principios de año, en la comarca del Caudal, se alcanzó el nivel de absorción del "stock" de vivienda. En romano paladín: había potenciales compradores para todas las viviendas disponibles en ese momento. Langreo también lo estaba rozando, aunque posiblemente haya sufrido un retroceso en los últimos meses. Los expertos aun no disponen de datos oficiales sobre el primer trimestre de este año.
El paso atrás es innegable. Pero, para Vega, "aún podemos recuperar el año". "No quiero pecar de optimista, pero no estamos hablando de una crisis como la del año 2007", señala. Entonces "era una crisis económica y más profunda, ahora hablamos de una crisis sanitaria". "El sector vuelve a funcionar y estamos atendiendo cierta demanda, aunque aún no estamos al nivel de los meses anteriores a la pandemia", reconoció el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias.
Así que la evolución del covid-19 en España marcará el destino del sector inmobiliario: "Si seguimos mejorando en lo referente al coronavirus, el sector seguirá mejorando. Si hay rebrote, habrá una caída", destaca el experto. También está el "efecto miedo": miedo a perder el empleo, miedo a no poder encarar una hipoteca. "Este factor también depende de la evolución de la crisis sanitaria y la consiguiente situación económica", concluye Antonio Vega.
Quizás vuelvan al mismo número de transacciones, pero sobre los precios aún es pronto para predecir. "Es pronto para saber si habrá una caída, pero esperamos que no porque ya estaban tocando fondo", afirman los expertos. Tanto que, en las Cuencas, el precio por metro cuadrado está casi a la mitad que a principios de siglo. La fluctuación en el valor de las viviendas también dependerá de los alquileres: cuanto más suban las rentas, más caros serán los pisos que están a la venta.
