Iberdrola "trabaja en alternativas para la región asociadas a inversiones en renovables" como contrapartida al cierre de la térmica de Lada, pero no concreta, por el momento, cuáles son esos proyectos compensatorios. La compañía eléctrica acaba de anunciar una inversión de 300 millones de euros en la "transformación verde" de Velilla (Palencia), donde clausurará también la central. Sus planes en esa zona pasan por varias actuaciones, entre ellas uno de los mayores complejos fotovoltaicos del país, a desarrollar específicamente "en la comarca de Velilla", donde se ubica la central de carbón, junto con "inversiones en la región".
Tras conocer el proyecto de Iberdrola para Castilla y León, el presidente del Principado, Adrián Barbón, remarcó que "las empresas eléctricas no pueden cerrar las térmicas e irse de rositas sin ningún tipo de inversión en el territorio". La "reivindicación" del Principado, añadió el jefe del ejecutivo autonómico, tiene que ir acompañada "de la negociación política del Ministerio para la Transición Ecológica". A la exigencia de Barbón se une el gobierno langreano y todos los grupos de la oposición y los sindicatos, que demandan proyectos alternativos para la comarca del Nalón. Consideran que tras más de setenta años en la zona, la eléctrica no puede marcharse sin impulsar "actividades compensatorias".
Iberdrola indicó que el cierre de las últimas plantas de carbón que tiene, las de Lada y Velilla, "no afectará al compromiso de la compañía con el empleo", ya que recolocará a toda su plantilla tanto en las labores de desmantelamiento de ambas plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, como en otras actividades de la compañía. El Ministerio para la Transición Ecológica tiene previsto dar el visto bueno en fechas próximas al cierre de la instalación térmica langreana. La secretaría de Estado de Energía tiene preparada una propuesta de resolución en la que se acepta la clausura de la térmica.
Iberdrola solicitó a finales de 2017 la autorización de cierre de la central de Lada, con un plazo para realizar el cierre en los seis meses posteriores al de las instalaciones de Velilla. Respondía a su decisión de "sustituir instalaciones emisoras de CO2 por energías limpias de última generación", señaló la compañía. Desde 2001 ha clausurado quince centrales térmicas de carbón y fuel oil en el mundo.
El proyecto de "transformación verde" de la comarca de Velilla incluye junto con el complejo fotovoltaico, inversiones en redes inteligentes y movilidad sostenible, la instalación de una planta de valorización de residuos y programas de formación, entre otras iniciativas, para las que la empresa estima que se crearán más de 4.000 empleos. Semanas atrás, el Principado confirmó que Iberdrola no había presentado proyectos alternativos. La posibilidad de instalar parques eólicos en la región llegó a ser apuntada hace unos meses aunque no se concretó. Además, las Cuencas no dispone de espacios idóneos para los parques de aerogeneradores que, además, concentran empleo durante su construcción pero se reduce al entrar en funcionamiento.
