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Los desahucios crecen en la comarca el 20%: "La precariedad es el problema"

Los expertos relacionan el aumento de los desalojos en las Cuencas, 169 en 2019, con los sueldos bajos, la pobreza energética y el desempleo

Yolanda Felgueroso y José Pérez, en su casa de El Entrego. LNE

En la casa de la familia Pérez Felgueroso, en El Entrego, se respira la fuerza de una ilusión que lo levanta todo: un futuro para Evelyn. Es lo único que quieren sus padres, Yolanda Felgueroso y José Pérez. Guerreros de una sociedad quebrada por una crisis económica tras otra. Sufridores del paro, de dos intentos de desahucio. Supervivientes con algo más de 700 euros al mes, han optado por pagar solo una parte de su hipoteca: 100 euros. "Es para lo que llega".

Una soga al cuello que les deja respirar por poco. Como muchos. Las Cuencas, que hasta ahora bordeaban el drama de los desahucios por los sueldos y las prejubilaciones de la minería, registraron el año pasado el incremento más alto de desalojos de viviendas -propietarios y arrendatarios- desde el inicio de la crisis económica: un 20 por ciento más, de 140 (2018) a 169 (2019). Los expertos consultados por este diario aseguran que esta subida no está relacionada directamente con el final del sector minero, pero sí con una precariedad que parece no tocar fondo: sueldos bajos, pobreza energética y desempleo.

Si hay que hablar de la familia Pérez Felgueroso, antes que del dinero, habrá que hablar del amor. De cómo Yolanda -"mejor Yoli"- se enamoró de José cuando él vivía en la calle y tenía un problema de adicción. Hicieron del enamoramiento esa tirita que todo lo cura: él dejó el alcohol, se mudaron juntos. Más tarde nació la joven Evelyn, que tiene 17 años ahora, y él empezó a trabajar en una mina de Tineo.

Aquella mina cerró y empezaron los problemas económicos. José tenía que pasar una pensión alta a los hijos de su anterior matrimonio, les quedaba poco. Sobrevivían. Llegó la primera orden de desahucio, pero salieron adelante con la ayuda de vecinos y de asociaciones. El Club Deportivo Corbero se volcó, también la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Asturias. "Especialmente Miguel (Miguel Ángel García, uno de los portavoces de la Plataforma en la región)", dicen.

Llegaron a un acuerdo, solo verbal, de que podrían seguir en la casa si pagaban al menos un ochenta por ciento de la hipoteca. Y eso hacen: "Pagamos 100 euros, para más tampoco nos llega", explica Yoli. Ingresan mensualmente menos de 800 euros: "Paga la luz, paga seguros, paga un imprevisto? ¿Qué te queda?", se pregunta ella. A duras penas para la barra de pan diaria y algo de comida que complemente las entregas de Cruz Roja.

Es la vida de esta familia. Pero es la vida de muchas otras. El año pasado, los juzgados de las Cuencas -Lena, Mieres, Laviana y Langreo- registraron 169 desahucios. La mayoría de alquileres: "El problema son los bajos sueldos, la precariedad constante que se ha instaurado en la sociedad", destacan las fuentes legales consultadas. Casi cada día, los despachos de abogados especializados reciben un caso nuevo. Solo algunos llegan al juzgado antes de que la familia abandone la vivienda o encuentre fondos para salvar la situación.

Salvarse. Es lo que quieren en ese piso de El Entrego, en el de la familia Pérez Felgueroso. No por los padres, sí por Evelyn: "La pobre no puede salir apenas, este fin de semana sus amigas están en una casa rural. Ella las ve en las fotos del Facebook. Nos da mucha pena, impotencia". No hay dinero para un café en terraza. Dice Yolanda que el confinamiento no les ha afectado: "Ya no salimos de casa casi nunca, solo para sacar al perro y hacer algo de compra".

Ahora están preocupados por los libros de la chica, que empezará segundo de bachillerato con un buen expediente a la espalda. "Es nuestra prioridad, que ella tenga un futuro. Estamos seguros de que la vida le compensará de alguna forma por todo esto que está pasando ahora". Ojalá.

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