El Monte la Teyerona ofrece posiblemente las mejores vistas de Mieres. Es un privilegiado mirador que se asoma al valle del Caudal, permitiendo divisar al fondo un bosque de montañas. Al Sur se aprecian las Ubiñas; al Oeste, la sierra del Aramo, y al Norte, el Monsacro y el camino de la costa. Este elevado y recogido balcón, que se asoma 400 metros por encima del viejo valle industrial, siempre fue punto de reunión. Este año la asociación ligada al monte ha decidido suspender, por precaución sanitaria, la popular romería que cada año organiza a mediados de julio. Eso no significa que este enclave vaya a permanecer sin vida durante el verano. Todo lo contrario. Los vecinos están detectando una afluencia de visitantes sin precedentes.
La asociación Monte la Teyerona es uno de los colectivos más activos del concejo, con más de 600 socios. La entidad acaba de solicitar al Ayuntamiento de Mieres una actuación de mantenimiento tanto en el área recreativa del monte como en los miradores que circunda el enclave: "Nunca habíamos tenido tanta afluencia de visitantes. Desde que acabó el confinamiento la zona se llena de coches casi todos los días", explican los portavoces de la asociación: "Ya que está teniendo uso, lo mejor sería solucionar las carencias que presenta tanto el merendero como los miradores".
En el área recreativa falta alguna parrilla y los cierres de madera presentan daños en alguna zona: "También es necesario reponer algunos bancos", subrayan los vecinos. Con todo, la demandada área recreativa ofrece una buena imagen y, con buen tiempo, se llena de visitantes.
El Monte la Teyerona es conocido fuera de Mieres por la concurrida romería estival, en la que el cordero y el bonito comparten protagonismo por igual. Este año no habrá fiesta. La complicada situación sanitaria ha hecho que los organizadores opten por la prudencia: "Es muy complicado poder garantizar el distanciamiento que se exige y no podemos arriesgarnos a generar un foco de contagios", explican los responsables de la celebración.
La fiesta de La Teyerona nació a principios de la década de los ochenta. Al principio se quiso ligar con la festividad de San Pedro, pero finalmente se elevó como una celebración sin patrón. La acogida fue buena desde un primer momento. La afluencia aumentaba años a año y las asociación local decidió dar una paso adelante. Logró el apoyo del Ayuntamiento para habilitar en la zona alta del monte el área recreativa que ahora se quiere potenciar.
