El "tren turístico" de Brañagallones -el primer transporte de este tipo de la Cordillera Cantábrica- ya ha comenzado a funcionar en pruebas, aunque por el momento no hay una fecha fijada para que empiece a trasladar turistas. Así lo explicó su promotor, el emprendedor Rafael Fernández Cabilla. "Estamos esperando a recibir la documentación de homologación del vehículo. En cuanto se solucione ese trámite ya podríamos empezar a funcionar", aseguró.
Por ahora se están haciendo pruebas "en diferentes condiciones, con días de sol, lluvia o niebla para calcular los tiempos del recorrido", argumentó Fernández Cabilla. El convoy permitirá trasladar a una veintena de turistas por viaje desde Bezanes hasta la vega de Brañagallones, en donde se encuentra el antiguo parador y actual refugio de montaña. Está integrado por un tractor y un remolque que simula un vagón de tren. Cuenta con amplias lunas para que los visitantes puedan disfrutar de las vistas. El transporte, que lleva el nombre de "Taxi al paraíso", cuenta con asientos de autobús y es un vehículo adaptado, con espacio para sillas de ruedas. La idea es que sea un viaje guiado, por lo que el conductor, a través de unos altavoces, irán comunicando curiosidades del trayecto.
Fernández Cabilla, junto a otro conductor, es quien actualmente se ocupa del servicio de taxi hasta Brañagallones, una ruta de unos 10,5 kilómetros de longitud, de los cuales en los tres primeros hay fuertes pendientes. Ambos tienen vehículos todoterreno, los únicos aptos para hacer el recorrido y compaginan los servicios habituales de taxi por el concejo con los viajes hasta la vega, siempre con reserva previa. Actualmente, llevan a unas 32 personas al día. Con el tren se duplicará esa cifra con solo tres viajes, ya que tendrá capacidad para llevar a 19 turistas. El proyecto contó con una ayuda del programa de emprendimiento rural "Leader" del Alto Nalón, que concedió una subvención de 27.000 euros.
