El reputado repostero langreano Alejandro Montes prepara nuevos proyectos en Asturias tras el cierre definitivo de Mamá Framboise, la marca que llegó a tener seis establecimientos en Madrid y que se convirtió durante una década en un referente de la nueva pastelería de la capital, así como en un ejemplo de gestión comercial a partir de materias primas de alta calidad y creatividad en la presentación de los productos. Según ha podido saber este diario, sus planes pasan ahora por volver a Asturias para preparar nuevos proyectos y emprender en su tierra.
En un mensaje difundido a través de la web y de las redes sociales de Mamá Framboise -impulsada por Montes junto con un socio- se esgrime que "hemos tomado una de las decisiones más difíciles para nosotros" como es "poner fin a nuestro proyecto definitivamente. Han sido diez años de una gran dureza, con muchísimos momentos buenos y de muchísima alegría. Y también hemos tenido momentos malos, situaciones complicadas y barreras que superar, pero siempre siendo fieles a nuestra marca y a lo que buscábamos conseguir". También se muestra la gratitud a los clientes, trabajadores y proveedores de la marca.
Pocos años después de que se pusiera en marcha, Mama Framboise ya generaba 80 puestos de trabajo a partir de un moderno sistema de producción, distribución y comercialización, con obrador central en Alcobendas y pequeños obradores en cada tienda para los últimos toques de los productos. Las cifras eran de 50.000 unidades pasteleras al mes y 15.000 clientes a la semana en épocas de gran afluencia.
Montes fue Mejor Pastelero Joven de España en 2006, Mejor Chocolatero de España en 2007 y medalla de oro en el Open de France de Postres en el año 2010, certamen equiparable a un campeonato de Europa de la repostería. También fue reconocido con el "Asturiano del mes" de LA NUEVA ESPAÑA en junio de 2015.