El grupo empresarial Triman Minerals ha generado una deuda de cuatro millones de euros desde su entrada en el concurso de acreedores. Es la cantidad, denominada "créditos contra la masa", que aparece reflejada en el último informe que ha facilitado la administración concursal a los antiguos trabajadores. La compañía, con sede principal en Alsasua (Navarra) y dos plantas en Mieres -Loredo y Vega de Arriba-, se declaró en concurso el 5 de junio de 2018.
Esta deuda que se ha generado, avisan desde la administración concursal, "puede sufrir variaciones como consecuencia del desfase temporal en la comunicación por parte de acreedores, proveedores, bancos? etcétera". De este total, más de un millón se refiere a los impagos en concepto de los últimos salarios y de las liquidaciones a los trabajadores. Ellos son los que viven con mayor incertidumbre este proceso concursal: "Nadie nos dice nada, no tenemos ningún plazo para cobrar lo que se nos adeuda".
El proceso, que arrancó ya complicado, se prevé ahora más largo de lo que se planteó al principio. Hay varias causas judiciales pendientes. La más llamativa: una parte de la antigua plantilla denunció a un delegado sindical de UGT porque considera que presuntamente no defendió los intereses de los trabajadores durante el proceso de negociación. También hay varias denuncias por los ya citados impagos.
Y luego llegó la crisis sanitaria del covid-19. Extremo que también recoge el informe de la administración concursal: "Atendiendo al Real Decreto del 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria, en el cual se establecen una serie de medidas para la contención del virus, (?) esta administración se suspende e interrumpe hasta el levantamiento del estado de alarma", subraya el escrito.
Sin noticias desde entonces. Los trabajadores afirman que no han recibido comunicación alguna de la administración concursal sobre el estado actual del procedimiento. Esperan que no haya más "percances" en esta accidentada liquidación. Como la que terminó con dos detenidos en Mieres por robar material que alcanzaba el valor de 1,5 millones. Solo unos meses más tarde, la administración concursal denunció en Alsasua un presunto intento de robo en la nave central de la factoría. Dos hechos que resultaron "muy sospechosos" para la plantilla.
