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Los viajes que el coronavirus se llevó

La facturación de las agencias cae en más del 90 por ciento a causa de las cancelaciones de los periodos de vacaciones por el temor a un nuevo confinamiento

Y llegó la crisis sanitaria del coronavirus sin que nadie la esperara. Tras meses de confinamiento, la población intenta acomodarse a la conocida como "nueva normalidad". ¿Cómo serán las vacaciones tras la pandemia? La falta de protocolos, la inseguridad económica y la inquietud derivada por la posibilidad de nuevos rebrotes provocan un escenario de incertidumbre en el que el sector terciario es el más perjudicado. Según las agencias consultadas por este diario, en las comarcas del Caudal y el Nalón, la facturación ha caído en más del noventa por ciento.

En un contexto general: España es la segunda potencia turística mundial. O así era hasta la llegada de la crisis sanitaria. Las costas españolas no son capaces de superar el 30% de ocupación. En los valles mineros, la situación es "muy complicada" para las agencias de viajes. La actividad de gran parte de las agencias vacacionales se encuentra paralizada, aseguraron los portavoces del sector. Dedican todo su tiempo a cancelaciones tras la avalancha de solicitudes que parece no remitir. La temporada alta de julio y agosto se quebranta y los últimos meses del año no encuentran una mejor solución. "Este año tenemos facturación 0", afirmó el responsable de Viajes Nalón.

Las razones son muchas. Principalmente, el miedo ante un nuevo estado de alarma hace que la población decida no distanciarse de sus residencias. Esta circunstancia hace que se pase del "quédate en casa" al "quédate en España las próximas vacaciones". Comienza a verse el turismo de proximidad como una solución inmediata para una pronta recuperación. En Asturias, los tres principales arenales de Gijón, San Lorenzo, Poniente y L'Arbeyal, son las propuestas más solicitadas este verano. Un turismo de ida y vuelta en el día.

Pero esta modalidad de turismo acarrea sus desventajas. "Cae drásticamente el uso del transporte público, principalmente el aéreo", explican en los negocios consultados. Los usuarios optan por los vehículos particulares por temor a un nuevo confinamiento. En este sentido, las agencias de viajes también se encuentran en "situación de desamparo". Son las encargadas de gestionar las numerosas cancelaciones derivadas de estos desplazamientos. Su última bala se encontraba en este tipo de contrataciones que, finalmente, se quedó en el aire.

Del otro lado se encuentran los familiares. Las restricciones de movilidad y la incertidumbre económica y sanitaria provocan que se opte por unos días de descanso en hogares de parientes y conocidos. En palabras de Carmen, trabajadora de la agencia Viajes Mythos (Mieres), "la gente prefiere irse con su familiar y no solo por ahorrar dinero, sino también por miedo a estar de nuevo confinados".

Las ayudas propuestas por el gobierno central y las administraciones autonómicas tampoco mejoran el panorama. A día de hoy, muchos trabajadores forzados en situación de ERTE no tienen tramitada su prestación. Los autónomos no lo encuentran mejor. Una de las personas que no ha podido ser beneficiaria de este tipo de subvenciones es María José Fernández, de Viajes Dorado: "Trabajamos por cero euros y las ayudas del Gobierno llegaron denegadas. Estamos tirando de préstamos ICO", afirmó la profesional del sector turístico.

Para estos autónomos en peligro la ayuda real llega de mano de los más cercanos. Una opción era la de acogerse al derecho de solicitud de aplazamiento en el pago del alquiler de los locales. Pero los pequeños arrendadores son también grandes perjudicados. Aun así, reconocen, "la solidaridad aparece en los peores momentos". Buena parte de propietarios cancelaron el ingreso de la renta durante los meses del estado de alarma.

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