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Los auditores de Hunosa dudan que la empresa pueda seguir en funcionamiento

l El informe de cuentas pone el foco en el coste de las prejubilaciones l La compañía registró en 2019 unas pérdidas de 70,7 millones

Los auditores de Hunosa dudan que la empresa pueda seguir en funcionamiento

Los auditores de Hunosa tienen "dudas significativas" sobre la capacidad de la compañía estatal minera "para continuar como empresa en funcionamiento".

Hunosa registró el pasado año unas pérdidas de 70,74 millones de euros y su cifra de negocio, sostenida sobre todo por la central térmica de carbón de La Pereda, apenas superó los 30,61 millones de euros, muy por debajo de los costes de personal, de 52,80 millones. Que la compañía arroje pérdidas no es ninguna novedad. No obstante, las dudas de viabilidad de los auditores se centran en las cargas que suponen los compromisos asumidos por la compañía con su personal en los sucesivos planes de empresa.

El último plan firmado, vigente para el periodo 2019-2027, incluye la salida "no traumática" de los excedentes mediante un plan de prejubilaciones obligatorias a los 51 años (con el correspondiente coeficiente reductor) hasta 2023, así como bajas voluntarias indemnizadas. Para asumir esos compromisos y los de planes anteriores, en las cuentas de Hunosa del pasado año se incluyeron unas provisiones para obligaciones por prestaciones al personal de 999,51 millones de euros.

Los auditores de Hunosa consideran que "las posibilidades de la sociedad matriz para continuar con normalidad sus operaciones a largo plazo y para hacer frente a sus costes de explotación y mantenimiento de activos abandonados, como consecuencia, entre otras cuestiones, de los compromisos asumidos con el personal, están necesariamente condicionados a que continúe recibiendo ayudas en cuantía suficiente por parte de la SEPI o de la Administración, lo que indica la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de Hunosa para continuar como empresa en funcionamiento".

Pese a todo, los resultados de Hunosa en 2019 fueron mejores que los del año anterior. Las pérdidas antes de impuestos, de 70,74 millones, suponen menos de la mitad que las registradas en el ejercicio anterior, que habían sido 152,93 millones, y ello a pesar de que la compañía ha dejado de ingresar ayudas al cierre de explotaciones. Sin embargo, la cifra de negocio, de 30,61 millones, es inferior a la del año anterior (37,71 millones).

La principal actividad de Hunosa en términos de ingresos es la producción de energía eléctrica en la central térmica de La Pereda, en Mieres. Esta instalación consume un mezcla de combustible compuesta principalmente por carbón extraído del pozo San Nicolás, el único de Hunosa y de Asturias que permanece en activo al vincularse su producción a la central eléctrica. Además, Hunosa tiene activo el lavadero del Batán, que se ha abierto al tratamiento de minerales de otras compañías, y pretende crecer en los campos de las energías renovables y de los servicios energéticos.

La compañía también desarrolla y participa en proyectos de reactivación de las comarcas mineras y se encarga de las labores de clausura de explotaciones mineras en desuso y de restauración medioambiental. En su último ejercicio Hunosa tenía constituida una provisión de 853.000 euros para abordar costes de restauración, transformación y urbanización de suelo industrial fuera de uso para su utilización en la promoción de proyectos empresariales alternativos a la minería del carbón en la cuenca central asturiana.

A pesar de la continua reducción de trabajadores en Hunosa fruto de los planes de clausura de explotaciones del sector minero, los gastos de personal en la compañía superan con creces la cifra de negocio. En 2019, los costes de personal fueron de 52,80 millones de euros, el principal capítulo de gastos ordinarios de la empresa.

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