Dos años de prisión y una multa de tres euros al día durante seis meses, además de devolver íntegros, y con intereses, los 98.109,79 euros de los que se apropió indebidamente, que eran propiedad de su anciana tía, ya fallecida, y que ésta había dejado a una congregación religiosa en su testamento. Esta es la pena que ayer acordó cumplir una langreana, sobrina de la mujer, para evitar así el juicio en el que le pedían hasta 3 años de cárcel. Con el acuerdo alcanzado entre las partes, la defensa y la acusación -la Fiscalía del Principado-, la condenada no tendrá que entrar en prisión, salvo que vuelva a delinquir, ya que se trata de una pena inferior a los dos años y un día que, por regla general, son necesarios para ingresar en prisión.
El juicio iba a celebrarse ayer por la mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo. Finalmente, no hizo falta, al producirse conformidad entre las partes. La Fiscalía redujo su petición de pena y la acusada aceptó la culpa, declarándose culpable. Se pasa de tres a dos años de cárcel, y la multa pasa de 9 euros diarios durante 8 meses a 3 euros al día medio año (de 2.430 euros a 540). Donde no hubo ningún tipo de reducción fue en la cantidad económica a devolver, los 98.109,79 euros, con intereses, de los que la mujer, vecina de Langreo, se apropió. Esta cantidad irá a la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, a cuyo nombre estaba el testamento de la anciana.
Según explicaba el escrito de acusación, la condenada era sobrina de la mujer, "que falleció el día 22 de enero de 2013, a los 90 años, viuda y sin descendencia. Otorgó testamento el 30 de julio de 1999, declarando como heredera universal a la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl". La anciana, el año previo a su fallecimiento, tuvo que ser ingresada en diversas ocasiones en el Hospital Valle del Nalón, donde el en agosto de 2012 se le diagnosticó "demencia severa", por lo que, tal y como afirma la Fiscalía, "su capacidad de manejarse era defectuosa, tanto en el plano físico como psíquico".
"Era una persona muy manejable e influenciable con incapacidad para decidir libremente, y no podía controlar su economía ni sus cuentas bancarias al menos en los 9 meses anteriores a su fallecimiento", asegura el ministerio público. Entre abril de 2012 y febrero de 2013, la condenada fue sacando de las cuentas corrientes todo el dinero La tía, mientras vivió, "no tuvo conocimiento" de las extracciones y por lo tanto, "no las autorizó", concluye la acusación.
