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La falta de agentes rebaja las multas en la zona azul de Mieres, menos de una al día

Las sanciones por incumplir el tiempo de estacionamiento cayeron el año pasado hasta las 280, la mitad que las impuestas en 2018

Plazas de zona azul en la calle Manuel Llaneza, en Mieres.

El Ayuntamiento de Mieres ha relajado llamativamente el control sobre el cumplimiento de los tiempos máximos de estacionamiento en la gratuita zona azul de la ciudad. Pese a las quejas de una amplia parte del comercio local por los continuos incumplimientos por parte de muchos conductores, el número de sanciones cayó espectacularmente el año pasado. A lo largo de 2019 la Policía Local tramitó tan sólo 280 denuncias por exceder las dos horas de tiempo máximo permitidas para el estacionamiento. El año anterior, en 2018, el recuento había sido de más del doble, con 586 conductores sancionados.

El singular sistema que concede un tiempo máximo de dos horas de aparcamiento sin cobro, pero con sanciones de 80 euros si se infringe el plazo, parece abocado a desaparecer en Mieres tras casi dos décadas en funcionamiento. El gobierno, tras superar su inicial reticencia, ya ha comunicado que el futuro pasa por implantar una zona azul de pago similar a la de las principales ciudades de la región, como Oviedo, Gijón o Avilés. Hasta entonces. El control policial seguirá siendo la única herramienta efectiva para evitar incumplimientos.

La Unión de Comerciantes del Caudal lleva años pidiendo una zona azul de pago para dinamizar la rotación del aparcamiento en el centro. El sector remarca que el sistema tiene muchos agujeros. Detectan que son muchos los conductores que infringen los tiempos de estacionamiento. Apuntan que el sistema es ineficaz por falta de vigilancia. Esta deficiencia no ha hecho más que acrecentarse de un tiempo reciente a esta parte. La falta de personal que afecta a la Policía Local se deja notar en este punto. Los dos últimos agentes que fueron asignados al control de la zona azul se han jubilado. Así, la Policía Local está actualmente a la espera de la incorporación de seis agentes para reforzar una plantilla que en los últimos lustros no ha dejado de perder efectivos sin que se cubriesen en ningún momento las bajas.

El balance de sanciones, al menos el correspondiente a 2019, avala las quejas de los comerciantes, La Policía Local sólo tramitó 280 denuncias, menos de la mitad que en 2018. La comparativa es aún clarificadora si nos remontamos más en tiempo. Durante 2012 se llegaron a tramitar medias de cinco multas al día. Fue entonces cuando el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) rechazó el recurso presentado por el Ayuntamiento contra una sentencia que declaraba ilegal la ampliación del estacionamiento restringido a la calle Numa Guilhou a través de un bando, confirmando así la irregularidad del proceso. Esta decisión obligó a dejar sin servicio la zona azul a la espera de que se aprobase una nueva ordenanza, que finalmente se tramitó en septiembre en 2013. La consecuencia fue que el sistema estuvo inactivo unos cuatro meses, tiempo suficiente para que los usuarios se relajasen. Cuando se retomó el sistema, durante dos semanas se pusieron más de 250 multas.

Las quejas del comercio fueron en su momento avaladas por la Policía Local. Los jefes del servicio apuntaron ya en 2010 que, desde un punto de vista operativo, el modelo había "fracasado". La imposibilidad de hacer un seguimiento sobre el cumplimiento de las limitaciones de horario, unida a la picaresca de muchos conductores, que solo cambian el tique, hizo que el anterior gobierno socialista decidiera que el futuro pasaba un sistema de pago similar al que funciona en las grandes ciudades. El actual gobierno de IU desechó este proyecto, pero finalmente ahora lo ha retomado.

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