Unas cifras que alarman. Actualmente, en las comarcas del Nalón y el Caudal, 28.023 personas en edad de trabajar (de 16 a 65 años) cobran algún tipo de subsidio. En este balance se incluyen 2.300 prejubilados de la minería del carbón. El resto son vecinos en situación de desempleo, retiros anticipados y subsidios sociales contra la pobreza. Cifras que alarman, sí, pero que no sorprenden a los expertos. Los economistas avisan ya de que los bajos niveles de formación y la falta de oportunidades laborales tras la minería han dejado en las Cuencas "la mayor bolsa de pobreza" de Asturias.

Sin caer en un baile de cifras, estos son los datos del Observatorio de Salud del Principado de Asturias: de los 80.237 vecinos de las Cuencas en edad de trabajar, 28.023 cobran algún tipo de subsidio, lo que supone un alarmante 35%. Este balance incluye a los prejubilados de Hunosa -que computan como desempleados- y que alcanzan actualmente los 2.300. También aquellos que se hayan adherido a un retiro anticipado (a los 63 años). El resto están en situaciones difíciles. Los que peor parte llevan son los vecinos que se tienen que acoger al Salario Social Básico. Esta ayuda, en el año 2020, alcanza los 400 euros para personas solas. Varía según el número de personas en la unidad familiar, pero no supera los 700 euros ni en las familias numerosas. Ya en el año 2013, más de un millar de mierenses vivían únicamente con esta prestación.

"El Observatorio contra la Pobreza del Principado tiene la vista puesta en esta problemática, especialmente acusada en las cuencas mineras centrales de Asturias", explica Esteban Fernández Vázquez, economista y miembro del equipo de investigadores de AsturLab. Ya en 2011, los datos que maneja a priori el experto, la cifra era "preocupante".

Los motivos son muchos. Lo primero, apunta el economista, es distinguir de esta cifra a los prejubilados de la minería. Aún sin ellos, la cifra sigue siendo apabullante: cerca de 26.000 personas (32%). También llama la atención sobre el envejecimiento de la población en las comarcas del Nalón y el Caudal, y los retiros anticipados, que se han incrementado durante los años más duros de la crisis económica.

La cifra de desempleados y de personas acogidas a subsidios de índole social sigue siendo dramática. "Hay muchos vecinos que nunca han estado conectados al mercado laboral, o que lo han estado de una forma muy precaria durante toda su vida", señala el experto de AsturLab. Una situación extendida en las Cuencas, especialmente tras el final de la minería, por el difícil acceso al empleo y también por la baja cualificación: "En contra de la creencia popular, y de la tradición de la clase obrera, las Cuencas actualmente tienen una alta tasa de vecinos con escasa o nula formación, esto pasa factura y se refleja en los altos porcentajes de desempleados".

¿Es posible revertir la situación? Posiblemente sí, pero será difícil. Entre otras propuestas sobre las que trabaja AsturLab se encuentra potenciar el teletrabajo para asentar población joven y formada en las cuencas mineras centrales. Es una medida que da buenos resultados en países nórdicos con difícil acceso al mercado laboral. También la mejora de los servicios para la conciliación familiar para frenar el traslado de los vecinos a otras zonas de Asturias o de España. "Es necesario hacer de las Cuencas un lugar para vivir y trabajar", concluye el economista.