El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno, que dirige Teresa Ribera, ha dado el visto bueno al cierre de la central térmica de Lada, propiedad de la empresa Iberdrola. De esta forma, ponen fin a la última de sus plantas de carbón en el mundo. Los informes recabados por el Ministerio sobre la petición de cierre eran favorables a la clausura de las instalaciones. Tanto Red Eléctrica de España (REE) como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) consideraban viable el cierre, y afirmaron que "no tendría incidencia significativa en la seguridad del sistema ni en la garantía de suministro eléctrico".

La empresa vasca solicitó formalmente el cierre el 14 de noviembre de 2017. Argumenta su decisión en la "modernización y compromiso con el medio ambiente, con objeto de contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes y de los gases de efecto invernadero, y por razones de optimización de los activos de generación y de eficiencia económica". Iberdrola ha anunciado que, tras la reciente adjudicación de pedidos a empresas asturianas por valor de 200 millones de euros y el inicio de la construcción de 130MW eólicos en la región, pondrá en marcha una plataforma de innovación ciudadana para canalizar iniciativas de emprendimiento y un proyecto de valoración de residuos.

La compañía afirma que el plan de recuperación verde para Asturias incluye la puesta en marcha de una Plataforma de Innovación Ciudadana para canalizar iniciativas de emprendimiento, en clave de innovación para la transición energética, que actúen como instrumento acelerador de procesos de colaboración entre la ciudadanía, las entidades públicas y las empresas. El objetivo fundamental de esta iniciativa es, señala, transformar la zona en un espacio de experimentación avanzada que incentive a los emprendedores y startups que valoren instalarse en la zona, estudiando opciones de financiación de iniciativas de I+D+i de proveedores locales.

La compañía, añade, "pondrá a disposición de la comunidad un equipo formado por académicos de la ALC-Euskampus-Universidad del País Vasco y la Universidad Politécnica de Madrid, integrados en el EIT Climate-KIC, una red de conocimiento e innovación, dependiente del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, dedicada a acelerar la transición hacia una economía descarbonizada". Las iniciativas en este ámbito incluyen también la promoción de programas formativos y divulgativos, dirigidos tanto a Formación Profesional Dual, como a institutos y a la Universidad de la región, con el objetivo de mejorar la empleabilidad.

A través de diferentes fórmulas -convenios con instituciones locales, programa 'Iberdrola U' de emprendimiento joven y actividades de formación en el Campus Iberdrola en soluciones smart, relacionadas con la movilidad eléctrica, el autoconsumo y la climatización-, la compañía promoverá la empleabilidad de jóvenes y profesionales locales con el objetivo de convertirlos en actores activos de la transición energética.

Su plan de transformación de la región incluirá otros proyectos, entre ellos, uno relacionado con la economía circular, "a través de la valorización de residuos mediante el reciclaje de cenizas, escorias y yesos, con el fin de transformarlos en nuevos materiales para el sector de la construcción", indica. Las actuaciones se completarán con más inversiones en el ámbito de la movilidad sostenible, con el despliegue de infraestructura de recarga para el vehículo eléctrico, así como con el análisis de proyectos de innovación relacionados con nuevas tecnologías, como el almacenamiento, la producción de hidrógeno verde, etc.

Los trabajos de desmantelamiento de la térmica Lada en los próximos cuatro años y medio, destaca Iberdrola, "permitirán dar continuidad a la colaboración con proveedores locales, cuya involucración en estas tareas asociadas representará un volumen superior al que mantienen en la actualidad". Explica Iberdrola que ha definido los ejes de su contribución al desarrollo socio-económico en torno a la transición energética en Asturias en tres ámbitos de acción: más inversiones en renovables, apoyo a la generación de empleo a través de la generación de oportunidades y contratos a la industria local y nuevos proyectos de innovación, como la creación de la plataforma de innovación ciudadana para canalizar iniciativas de emprendimiento.

La semana pasada, la compañía adelantaba la adjudicación de contratos a seis empresas asturianas (Windar, Tensa, Isotrón (Grupo Isastur), Gonvarri Solar Steel, Asturmadi Reneergy y Asturfeito) para nuevos proyectos renovables y el despliegue de redes eléctricas inteligentes. Estos proyectos, comenta la empresa, "capacitan a las empresas asturianas para participar en el desarrollo de sectores de futuro en España y los mercados internacionales y permiten la generación de miles de empleos en la región".

Estas adjudicaciones, junto con el contrato materializado hace un mes con Windar, representan pedidos cercanos a los 200 millones de euros y multiplican por cuatro la media de compras a proveedores asturianos realizada por la compañía anualmente, indica Iberdrola. En los últimos 18 meses, los contratos adjudicados por Iberdrola a empresas locales se han acelerado, hasta elevarse a 300 millones de euros, subraya.

La compañía desarrolla cuatro parques eólicos, que suman un total de 130 MW de potencia, con los que triplicará su capacidad renovable instalada hasta ahora en la región. La inversión destinada al desarrollo de estos proyectos se eleva a más de 100 millones de euros y "permitirá generar empleo para unas 1.200 personas", calcula. Los cuatro parques eólicos tendrán aerogeneradores SG114, de 2,62 MW de potencia unitaria: Cordel-Vidural (37 MW) está ubicado entre los municipios de Navia, Valdés y Villayón; Capiechamartín (34 MW) se sitúa entre Tineo y Valdés; Verdigueiro (36 MW) se levanta entre Tineo y Villayón y Panondres (21 MW) entre Villayón y Valdés.

La construcción de estos proyectos está contribuyendo ya, remarca Iberdrola, a dinamizar el tejido industrial local y nacional, así como el empleo en la región, ya que la práctica totalidad de los trabajos en campo y obra civil se está realizando por empresas asturianas, como Hormavasa y Horvalsa, Canteras Rencanos, Deymet, Excade, Posada, Méndez y Mota, Gruas Roxu y Taxus; la promoción está siendo desarrollada por ERPASA y la fabricación de los aerogeneradores se desarrollará en Windar (Avilés) y en otras instalaciones de Siemens Gamesa, en Somozas (Galicia), Ágreda (Soria), Reinosa (Cantabria) y Lerma (Burgos).

En la propuesta de resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas para autorizar a Iberdrola al cierre de la central térmica de Lada, se explica que REE considera que la clausura "no tendría incidencia" en la seguridad de suministro energético y apunta que el proyecto de desmantelamiento se está sometiendo a una evaluación de impacto ambiental que, a día de hoy, aún no ha terminado. La resolución preliminar da a la empresa un plazo de 12 meses para cerrar la central, a contar "a partir de la fecha de la presente resolución" (que aún debe hacerse oficial). Además, otorga tres años para que se proceda "al desmantelamiento total de la central, a partir de la fecha en que el cierre se haga efectivo".