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Mieres y Langreo, dos vías para aparcar

El concejo del Caudal baraja hacer de pago su zona azul gratuita, una fórmula que nunca cuajó en el municipio vecino, que sí dispone de un parking subterráneo en Sama

Zona azul en la calle Numa Guilhou, en Mieres. FERNANDO RODRÍGUEZ

Demógrafos y geógrafos llevan décadas subrayando las importantes diferencias urbanísticas existentes entre Mieres y Langreo. Los dos principales asentamientos de los concejos mineros difieren notablemente en su diseño debido, sobre todo, a la necesidad surgida en su momento de adaptar su ensanche urbano a las posibilidades y características del fondo de cada valle. Mieres creció de manera ordenada y agrupada, mientras que Langreo se convirtió en una ciudad lineal salpicada por un encadenamiento de distritos. Estas diferentes peculiaridades, junto a otras circunstancias de diferente naturaleza, siguen marcando disparidades a la hora de abordar el ordenamiento vial.

Las peatonalizaciones y la zona azul son la gran apuesta del plan de movilidad multimodal, pilar maestro sobre el que se pretende asentar la construcción del área metropolitana de Asturias. El ambicioso proyecto elaborado por la Consejería de Infraestructuras Ordenación del Territorio y Medio Ambiente empuja a todas las poblaciones del centro de la región en esa dirección. Ahora bien, Langreo y Mieres se dejan llevar de manera muy distinta, sobre todo en el referente a la gestión de las bolsas de estacionamiento.

El Ayuntamiento de Langreo ha mostrado resistencia a la implantación de la zona azul, bien sea a través de una modalidad gratuita o de pago. Lo que sí ejecutó en su momento, en Sama, fue un parking subterráneo. Por el contrario, Mieres asumió hace ya casi veinte años la implantación de una zona azul gratuita, que ahora apunta a convertirse de pago. Paralelamente, durante lustros se barajaron varios proyectos para la ejecución de aparcamientos subterráneos, pero por una causa u otra, no fructificaron.

El parking subterráneo de Sama, junto a la plaza de abastos, entró en servicio hace ya cinco años. El equipamiento cuenta con 83 plazas, destinadas a rotación y a estancia prolongada (alquiler). Costó 2,5 millones. En aquel momento, el Ayuntamiento de Langreo y la empresa adjudicataria analizaron la puesta en marcha de la zona azul gratuita. Se valoró incluso que afectase a un centenar de plazas. Finalmente, se pospuso la iniciativa.

El actual gobierno local de Langreo aseguró hace unos meses que "no se baraja implantar a corto plazo" la zona azul en Langreo. El equipo del PSOE desecha, de esta forma, impulsar una medida que fue puesta sobre la mesa a finales del pasado mandato por el anterior gobierno municipal, de IU y Somos. Los socialistas defienden que no hay perspectivas de que se aplique de forma inmediata y que, en el caso hipotético de que se retome en un futuro, "se haría contando con el consenso de hosteleros y comerciantes". Este gremio mostró su división hace unos meses a la hora de valorar el plan, al surgir voces contrapuestas sobre la idoneidad del plan.

En Mieres todo ha sido muy distinto, casi se podría decir que no ha habido coincidencias. La peculiar zona azul gratuita de Mieres está disfrutando de una larga vida, algo que muy pocos hubieran pronosticado inicialmente. El singular sistema, que concede un tiempo máximo de dos horas de aparcamiento sin cobro, pero con sanciones de 80 euros si se infringe el plazo, fue implantado experimentalmente en las Navidades de 2001 para intentar potenciar el comercio. El sector no acaba de estar cómodo con la medida, pero ésta sorprendentemente se ha mantenido vigente pese a las fallidas amenazas de un aparcamiento subterráneo y la zona azul de pago. Hasta hace muy poco el gobierno local de IU se había cerrado en banda a la posibilidad de implantar un sistema de pago. Recientemente se ha cambiado de idea.

El gobierno de Mieres aún tiene que elaborar estudios técnicos y económicos que sostengan la aplicación de la zona azul de pago. Pero políticamente la decisión está prácticamente tomada y asumida. Se habla de un horizonte situado en 2021 o incluso en 2022.

El Ayuntamiento de Mieres decidió en su momento poner La Mayacina en manos de una entidad pública estatal (Sepes). La tardanza en activar la construcción del nuevo barrio hizo que la crisis entrara en juego justo cuando La Mayacina parecía despegar. El aparcamiento subterráneo previsto para la parcela central se disipó, dejando paso a un parque que se comenzará a construir en breve. Al tiempo, el Ayuntamiento de Mieres y la empresa Proyectos, Construcción e Interiorismo S.A. (Procoin) acordaron suspender la obra del parking subterráneo de Oñón, una actuación adjudicada en enero de 2011 y que debía sufragarse con fondos mineros. La decisión se tomó tras decretar el Ministerio de Industria la supresión de las ayudas al carbón.

El gobierno de Mieres no lamenta que los proyectos para desarrollar aparcamientos subterráneos acabaran truncándose. El Alcalde sostienen que la ciudad no requiere de infraestructuras de este tipo. Aunque reconoce que lo que más ha pesado han sido los riesgos económicos ligados a los proyectos.

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