Langreo suma en tres semanas casi un centenar de sanciones a vecinos por no utilizar la mascarilla en la vía pública. La obligatoriedad del uso de este elemento de protección -orientado a evitar los rebrotes de contagios por coronavirus- se aplica en Asturias desde el pasado 14 de julio, en zonas urbanas y en poblaciones con una importante afluencia turística. Junto a la multas por no utilizar mascarilla, la Policía Local de Langreo también ha tramitado en los últimos días siete sanciones a establecimientos de hostelería por incumplir el horario de cierre, fijado en los locales que tengan licencia a las dos de la madrugada.
Las multas impuestas por no utilizar la mascarilla para frenar el avance del covid-19 son de cien euros, pero en caso de reincidencia pueden llegar a los seiscientos. Pese a que el uso de este elemento es obligatorio en Asturias desde el 14 de julio, la Policía Local no comenzó a tramitar las primeras sanciones hasta la semana del 20 de julio, ya que las primeras jornadas se centraron en realizar una labor pedagógica e informativa entre la población. En los primeros tres días hubo una veintena de sanciones, pero al final de esa primera semana ya se alcanzaba el medio centenar (47 en total). La tendencia desde entonces ha ido a la baja, aunque se sigue manteniendo un importante volumen de multas.
De esta forma, en la semana del 27 de julio al 2 de agosto se tramitaron 29 sanciones a ciudadanos de Langreo por no llevar mascarilla y a cuatro a establecimientos hosteleros por incumplir el horario de cierre. Del 3 al 9 de agosto, las multas a vecinos que no llevaban mascarilla fueron 18, una cifra a las que se sumaron 3 sanciones a locales que no respetaron la hora de cierre fijada. El balance global, por tanto, en tres semanas de aplicación estricta de la norma es de 94 multas por no llevar mascarilla, a las que se suman 7 por no cumplir el horario de cierre.
La mayor parte de la población sigue las recomendaciones y utiliza la mascarilla. En un primer momento se detectó, como en otros lugares de la región, que el mayor problema se centra en las personas más jóvenes, según las multas tramitadas. En este colectivo también se concentra la preocupación por el incumplimiento del distanciamiento social en determinadas franjas horarias.
El uso de mascarilla es obligatorio en zonas urbanas, se cumpla o no con el distanciamiento social. Esta medida varía en la zona rural, donde sólo se hace insoslayable en el caso de que no se pueda guardar una distancia mínima. También es obligatoria en zonas con importante afluencia turística.
Asturias fue una de las primeras comunidades autónomas del país en aplicar el uso forzoso de la mascarilla. La mayoría de regiones se sumó en los días siguientes a la medida. El consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, defendió la implantación de la norma ante el incremento de los nuevos casos de coronavirus, a pesar de que el Principado era de las comunidades menos perjudicadas por los rebrotes. Desde el Gobierno regional insisten en que "es fundamental" que la utilización de la mascarilla vaya acompañada con el lavado de manos y la higiene personal.
