El refugio de Brañagallones reabre sus puertas tras cerrar por el positivo de un turista madrileño que se alojó en el equipamiento del parque natural de Redes. Lo hace después de que el personal de las instalaciones y el taxista del servicio que lleva a los visitantes a la vega de Caso diesen negativo en las dos pruebas PCR realizadas, la última ayer.

Tras recibir los resultados, los gestores del refugio de Brañagallones comunicaron que el equipamiento, que cerró el lunes de la pasada semana, volvía a funcionar y ya tienen reservas para los próximos días. Fue el propio turista el que, ya de regreso a Madrid y tras dar positivo en covid-19, contactó con el personal del refugio para contarles lo ocurrido.

El turista, acompañado por otra persona también de Madrid, contrató el servicio de taxis a Brañagallones el viernes 14. Esa noche cenó con los gestores del equipamiento y con otros montañeros alojados allí. A la mañana siguiente regresó hacia Bezanes caminando.

Al dar positivo en las pruebas del coronavirus al regresar a Madrid mandó un correo electrónico al refugio para informar de lo ocurrido. Tanto los dos integrantes de la plantilla como los cuatro turistas con los que cenaron se hicieron entonces la prueba PCR y dieron negativo. También se sometió a ella el taxista, con el mismo resultado. Tanto éste como el personal del refugio se sometieron a una segunda prueba, que dio también negativo.