Laura Tarrazo ha tenido un año turbulento en su estreno como empresaria. Después de más de un lustro trabajando por cuenta ajena, esta fisioterapeuta que reside en Oviedo abrió su propia clínica a principios de año. Pero el estado de alarma derivado de la crisis sanitaria del coronavirus se cruzó en su camino. Su negocio Fisioterapia Tarrazo, es uno de los finalistas del premio Semillero Valnalón.

"Abrí la clínica el 3 de febrero y apenas un mes después, el 13 de febrero, ya tuve que cerrar por el estado de alarma. No pensé que sería para tanto tiempo, me pasó un poco como a mucha gente que imaginaba que sería solo para unos días", explica esta emprendedora, que añade: "Te da rabia pero es lo que hay. Había una pandemia mundial y no quedaba otra".

Tarrazo pasó algún tiempo madurando la idea de hacerse empresaria, hasta que finalmente se decidió a dar el paso. "Llevaba siete años trabajando de fisio por cuenta ajena y siempre pensaba en montar mi propio negocio. En la época en la que me decidí a montar el negocio e ir a Valnalón estaba trabajando menos horas, así que podía compaginarlo bastante bien con el trabajo".

A Valnalón llegó por medio de otro empresario al que conocía. "Un amigo mío había hecho el plan de empresa con ellos y me habló de Valnalón. Me sirvió mucho, sobre todo en el tema de las ayudas públicas; saber a lo que podía optar. Y también en el tema de planificación, en ver la viabilidad del proyecto y en todo lo que es el marketing", esgrime.

Convertirse en empresaria no fue un camino fácil: "Los trámites suelen ser un poco lentos y si no vas a algún sitio en donde te lo expliquen, como hice yo, del tema de las ayudas y todo eso no te enteras. En mi caso, gracias a Valnalón, me enteré de las ayudas".

Esta emprendedora relata que "yo solicité la mini-miner, una ayuda que, por ejemplo, no voy a cobrar hasta que no contrate a nadie. Así que, para lo que es emprender, no me ayudó. Es una subvención que puede que cobre dentro de un año o año y medio cuando pueda ampliar plantilla, pero mucho después de empezar a funcionar. La ayuda está muy bien si te la dan, pero no me parece que sea para emprender. Deberían estar centradas en los primeros meses de la puesta en marcha de las empresas, que es cuando realmente lo necesitas", concluye la fisioterapeuta y empresaria.