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Nubes de polvo se propagan por el casco urbano de Mieres desde El Batán

Los vecinos denuncian un aumento "sin precedentes" de emisiones en el lavadero, y el Ayuntamiento avala la queja con un informe ambiental

Una limpiadora muestra una mopa llena de polvo negro.

Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Mieres han redactado un informe ambiental advirtiendo de un notable aumento de la propagación de nubes de polvo en la zona norte de la ciudad. Se apunta como causa la actividad que se desarrolla en las instalaciones del lavadero de carbones de El Batán, propiedad de Hunosa. La información recabada por el Consistorio será remitida de inmediato tanto a la empresa pública estatal como al Principado. Hunosa adelantó hace meses que el equipamiento incrementaría este año su actividad al asumir el lavado de carbón de otras empresas. A nivel local se estima que en este incremento de la carga de tarea puede radicar la explicación al problema.

La intervención municipal surge de una queja realizada por la asociación de vecinos de San Pedro, que representa a casi el tercio norte de la ciudad. Los responsables comunitarios sostienen que a lo largo de los últimos años el lavadero ha venido generando partículas de polvo en suspensión, "pero nunca en las cantidades que ahora se detecta".

Los vecinos han presentado una queja en el registro municipal para pedir la mediación del Ayuntamiento. La demanda ha sido atendida por el gobierno local, que en breve trasladará a Hunosa y al Principado el informe técnico que avala la protesta ciudadana. Los portavoces de la comunidad sostienen que los problemas vinculados a la emisión de polvo se han intensificado desde la tercera semana del pasado mes de julio. Es decir, el malestar se arrastra desde hace ya mes y medio. "Es sabido que el lavadero de El Batán produce las citadas partículas y que en mayor o menor medida los vecinos tienen que padecer esta molestia desde que se hizo la instalación", apuntan los portavoces de la junta local. Partiendo de esta realidad, sostienen que la situación actual no es tolerable: "Lo que sucede en estos momentos no puede ser asumido como normalidad. La presencia de polvo es una constante y si durante uno o dos días las emisiones bajan, al tercero todo se llena otra vez de partículas que lo ensucian y contaminan todo".

Los vecinos sostienen que la concentración de polvo se vuelve tan intensa que invade tiendas, bares y hogares. Remarcan que la concentración de materiales es perfectamente detectable en terrazas y locales comerciales, además de en los espacios públicos. El personal de limpieza del instituto de educación secundaria El Batán también advierte de la acumulación de polvo en las instalaciones del centro, sobre todo en el polideportivo.

La asociación de vecinos afirma desconocer los motivos por lo que las emisiones del lavadero han aumentado este verano. Aunque son conscientes del aumento de la actividad en las instalaciones. En ningún momento reclaman a Hunosa que paralice o disminuya la carga de trabajo. Lo que demandan son medidas que evitan la actual proliferación del polvo por la zona urbana. "No queremos hacer especulación. Lo único que planteamos es una realidad que es incuestionable y pedimos soluciones", apuntan los responsables del colectivos.

Hunosa se marcó el año pasado como objetivo lograr una mayor rentabilidad para el lavadero. La hullera llegó a acuerdos con terceras empresas para externalizar servicios. Se trata de una medida contemplada en el plan de empresa firmado por la dirección y los sindicatos para el periodo 2019-2027. El objetivo de esta línea de actuación es compensar el descenso de utilidad del lavadero tras quedar el pozo Nicolasa como única explotación activa para abastecer a la central térmica de La Pereda, situada a unos cientos de metros.

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