-Jajaja... Si tu tuvieras algo como esto en tu móvil, seguro que también lo reenviarías.
Esta fue la respuesta que recibió una chica de 17 años después de, literalmente, suplicar a un exnovio que no difundiera un vídeo en el que ella aparecía masturbándose. Ese caso llegó a juicio, y el joven fue condenado por los delitos de trato degradante y difusión de pornografía infantil.
Ocurrió en Asturias. Y fue uno de los ejemplos que ayer presentó la fiscal de la Sección de Menores, Inmaculada Rodríguez, en su ponencia "Delitos sexuales de nuevo cuño: sexting, sextorsión y sumisión química". Estuvo incluida en el programa de las I Jornadas formativas para profesionales sobre Violencia de Género, organizadas en Langreo. Un ejemplo entre muchos porque, según Prendes, los delitos de acoso sexual en internet van en aumento. Especialmente entre menores, sobre todo en la franja de edad de 15 a 17 años: "Percibimos que no hay empatía, que no son conscientes del daño que hacen al otro", afirmó la fiscal.
"Sexting". Del inglés "sex" (sexo) y "texting" (mensajearse con el móvil), es el envío de imágenes íntimas a otra persona por internet. Hasta ahí, no hay delito. Sí lo hay cuando el receptor reenvía ese mensaje a terceros. "Entonces, se incurre en un delito contra la intimidad", explicó Rodríguez. Los "terceros", si siguen difundiéndolo, pueden cometer delito de trato degradante. Y, en el caso de que las imágenes estén protagonizadas por menores, también un delito de difusión de pornografía infantil.
"Son los delitos más frecuentes entre menores, en relación a internet. Y siguen aumentando", afirmó la fiscal de menores. En este punto, destacó que "internet y las redes sociales nos han traído muchas cosas buenas. Pero también, en ocasiones, sacan el lado más dañino de las personas".
Como en el caso que puso como ejemplo. La joven no se atrevió a denunciar los hechos por miedo a la reacción de su familia. Terminaron por descubrirlo y apoyarla. "Uno de los que había reenviado ese vídeo resultó ser una expareja de la chica. "Es algo que también vemos mucho", destacó Rodríguez. Y tiene nombre: "revenge porn" (que se puede traducir como porno por venganza).
Y otro término con el que se han familiarizado en la Fiscalía: "sextorsión". Conseguir fotos íntimas a través de engaños -o robarlas- y luego utilizarlas como chantaje. También "grooming": un mayor que se hace pasar por niño o joven para conseguir imágenes de contenido sexual de su víctima.
La fiscal de la sección de menores recordó que, aunque internet genera "cierta sensación de falsa impunidad", estos hechos están recogidos en el Código Penal. También hizo un llamamiento a la sociedad: "Si recibimos una imagen sexual de esta índole debemos denunciar". Apretar el botón de "reenviar" también es delito.
