La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los trabajos en la Carisa, paralizados en Asturias por la falta de financiación

El equipo de arqueólogos espera conseguir ayudas de la partida destinada a investigación, que el Principado todavía no ha convocado

Esperanza Martín, a la izquierda, en el yacimiento. DOLABRA ARQUEOLÓGICA

La investigación de los yacimientos de la Vía Carisa en la vertiente asturiana está paralizada, a la espera de la convocatoria de subvenciones para las actuaciones arqueológicas del Principado. La implicación del Gobierno regional resulta imprescindible para el estudio completo del campamento de L.lagüezos: en la cima del monte, limitan los municipios de Lena y Villamanín (León).

El equipo de arqueólogos en la Carisa está liderado por Esperanza Martín y coordinado por el experto Jorge Camino. Los trabajos en la zona, que se considera "clave" para la romanización del territorio que actualmente ocupa Asturias, comenzaron hace más de una década. Fue entonces cuando Camino, junto a Yolanda Viniegra y Jorge Estrada, investigó el campamento de Curriel.los.

Fue la "joya de la corona" de la Carisa durante años: un gran enclave, a más de 1.500 metros de altitud, cuya fortificación había sido reforzada hasta en cuatro ocasiones. Fue ocupado en varias campañas, se construyeron barracones en la zona alta del recinto. Los investigadores también hallaron restos de fuego, restos con un significado claro: si encendían hogueras, los romanos no temían ser vistos. El enemigo, si lo hubo, fue derrotado.

Justo enfrente de Curriel.los, cuando trabajaban en el campamento romano, los arqueólogos divisaron los restos de Homón de Faro. Grandes murallas de piedra. En un principio se consideró que podría tratarse de un poblado astur, pero las pruebas de carbono-14 revelaron la realidad: el enclave data de entre los años 713 y 715 después de Cristo. Este enclave puede estar relacionado con la campaña de la conquista árabe que encabezó el general Muza. Fueron quemadas sin que hubiera un enfrentamiento previo, indicio de que hubo un pacto entre los dos bandos en conflicto.

Hubo unos años de silencio en la Carisa, hasta que la tierra volvió a hablar. En 2012, un avión que estaba fotografiando la zona para elaborar un mapa del conflicto bélico en Hispania -en el que viajaba la arqueóloga Esperanza Martín- localizó un recinto circular en la cumbre de L.lagüezos. Meses después comenzó la primera campaña de excavaciones en la vertiente asturiana, en una campaña en la que participaron Aller, Lena y Villamanín.

Aquel primer acercamiento fue suficiente para esbozar las primeras conclusiones: el monte guarda los restos del que pudo ser el primer campamento romano construido en el territorio que actualmente ocupa Asturias. En campañas sucesivas, el recinto se fue esbozando como único. Tiene una extensión de ocho hectáreas, como ocho campos de fútbol. Pudo albergar a una formación militar de "envergadura". Está demostrado que los legionaros viajaban con artesanos para la reparación de sus armas.

Las últimas campañas en L.lagüezos, siempre encabezadas por Martín con la coordinación de Camino, han estado financiadas por la Diputación de León, la Junta de Castilla y León y el ayuntamiento de Villamanín. Así que solo se han producido avances en la vertiente leonesa. Además del recinto romano, también se han hallado restos de la Guerra Civil. Demuestran que el campamento de L.lagüezos estuvo ocupado durante el conflicto bélico y la posguerra. De hecho, según las últimas publicaciones, fue un punto de vigilancia del bando franquista para evitar el paso de los "fugaos".

"Es un buen emplazamiento para la vigilancia, con independencia de la época histórica en la que se produzcan los conflictos bélicos", explicaron los arqueólogos. La investigación completa del yacimiento depende ahora del Principado de Asturias, que tenía previsto convocar las subvenciones para los trabajos arqueológicos a lo largo de este año. Por estas ayudas esperan actuaciones de toda la región.

En la Carisa aún queda mucho por descubrir. Los planes de equipo arqueológico de la Carisa incluían también la investigación del recinto de Carraceo. Se trata, casi con total seguridad, de un punto de vigilancia. Tiene menor envergadura que los otros recintos y está por determinar su cronología. De confirmarse que es de la época romana, como todo indica, demostraría un gran despliegue en la Vía Carisa. Desde Carraceo, los legionarios podían divisar a los enemigos que estaban a kilómetros de distancia. Imposible atacar sin ser vistos.

Todos los yacimientos se construyeron en torno a la Vía Carisa. Esa calzada, que unía la Meseta con Gijón (Noega), fue el eje sobre el que se desplegó la estrategia para la conquista romana del territorio astur. Algunos investigadores, incluso, aseguran que fue el escenario de la rebelión astur (documentada en el año 22 antes de Cristo). Extremo que los arqueólogos expertos en el enclave, hasta el momento, no han defendido.

Compartir el artículo

stats