Fueron Morcín y Lena los dos concejos de las Cuencas que abrieron la lata para empezar a cobrar a las empresas energéticas, fundamentalmente a las eléctricas, por la ocupación del suelo. El primer municipio que lo consiguió fue el morciniego, que ya embolsó el pasado 2019 más de 8.000 euros, aunque los cálculos de los primeros estudios preveían ingresos de en torno a 100.000. Lena también aprobó la ordenanza, que posteriormente modificó, y esperaba recaudar en torno al cuarto de millón de euros.
En el caso de Mieres, también se ha barajado esta posibilidad. El Ayuntamiento tenía previsto contratar un estudio para determinar cuanta superficie ocupaban estas compañías energéticas para decidir si poner en marcha el proceso administrativo.