Se jugaba una pena de prisión, pero no llegó la sangre al río. El hostelero lenense, para el que la Fiscalía pedía una condena de un año de cárcel por un delito de "desobediencia grave" tras saltarse, al menos en tres ocasiones, una sanción municipal que le impedía poner música amplificada en su bar, solamente tendrá que pagar una multa. El juicio no llegó a celebrarse al llegarse a una conformidad, y se le ha impuesto una sanción de 6 meses a razón de cinco euros diarios, lo que supone una cuantía de 900 euros. El acusado aceptó los cargos y la calificación del delito fue la misma, pero se rebajó notablemente la pena, que podría haber llegado hasta el año de prisión que pedía la Fiscalía del Principado.

Los hechos se remontan a los años 2017 y 2018. El Ayuntamiento precintó el equipo de música en un pub de Pola de Lena. Sin embargo, pese a tener prohibido poner música amplificada, el hostelero se saltó durante las navidades de ese año los horarios en varias ocasiones. También en el mes de abril del año siguiente, tal y como explicaron desde la Fiscalía en su escrito de acusación. Por esta circunstancia, se le imputó un delito de "desobediencia grave".