Tres años y medio de trámites administrativos han pasado para que ayer fuese un día histórico para Mieres. La centenaria subestación eléctrica de Santa Cruz está a unos meses de pasar a la historia y ser sustituida por un nuevo y moderno equipamiento que supondrá la mayor inversión de Viesgo en España este año. Un proyecto de 14 millones de euros del que ayer se colocó la primera piedra y del que el presidente de la eléctrica, Miguel Antoñanzas, aseguró que "supone un reto, ya que es transformar unas instalaciones que representan la evolución del sector energético en Asturias en una subestación eléctrica de referencia, que utilice las tecnologías más innovadoras y sostenibles".

El responsable de Viesgo se mostró exultante durante todo el acto, en el que estuvo acompañado por el consejero de Industria, Enrique Fernández, la directora general de Energía, Belarmina Díaz, y el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, además de otros representantes de la empresa y de la Corporación. Antoñanzas dibujó una visión de la importancia de la subestación mierense en el esquema eléctrico del Principado: "De aquí parten cinco líneas de 132.000 voltios, 10 líneas de 30.000 voltios y 6 líneas de 12.000 voltios". Líneas que permiten abastecer a los concejos de Mieres, Aller y Lena, y también conexionar con otras zonas de Asturias, como el Occidente.

La obra de Santa Cruz supone la mayor inversión de Viesgo en España en 2020, pasando de un presupuesto inicial de unos 12 millones, a los 14 millones que se emplearán finalmente para ejecutar un proyecto, dijo Antoñanzas, "que supuso encontrar una solución moderna y respetuosa con el medio ambiente, que resuelve un problema complejo, no solo administrativo, sino técnico, pues Santa Cruz es un centro neurálgico en el sistema eléctrico asturiano".

En su discurso, el presidente de la eléctrica también se dirigió al Consejero de Industria, y tras afirmar que la compañía eléctrica quiere formar parte de la transformación del modelo energético, el presidente de Viesgo le pidió a Fernández "trabajar juntos para aumentar los 70 millones de inversión del Plan que hay hasta 2023". "El Ministerio tiene que invertir más, mucho más", dijo. Por último, Antoñanzas no se olvidó de los vecinos de Santa Cruz, que durante años han venido demando mejoras por los problemas de contaminación ambiental, paisajística y acústica que les genera la vieja subestación, que pronto pasará a la historia.

El Consejero de Industria, Enrique Fernández, fue el siguiente en tomar la palabra. Reconoció que la tramitación de los trabajos "se ha alargado en el tiempo", aunque valoró que "pese a que hoy podíamos estar inaugurando la subestación, lo óptimo no debe de ser enemigo de lo bueno, y tenemos que celebrar lo que hoy estamos haciendo". Destacó Fernández que la nueva subestación responde a las demandas vecinales y que además es una solución estética y funcional, que encaja en las directrices regionales para el sector. "Viesgo va a ser un vector clave en el proceso de transición ecológica y tecnológica hacia un modelo más sostenible en la próxima década para cumplir los objetivos de reducción de emisiones para 2030", apuntó.

El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez , también se felicitó por el proyecto que arranca, aunque no desaprovechó la oportunidad para reclamar "un cambio legal que permita agilizar todo la burocracia que tenemos que seguir para poder sacar adelante un proyecto". En el acto estaba Marifé Ferrero, tesorera de la asociación de vecinos "Cruz de Mayo", que aseguró que la reforma de la subestación "es una obra muy esperada, y esperamos que Viesgo le de al pueblo lo que nosotros le dimos a ellos, aguantando la contaminación acústica y ambiental".

El plazo de ejecución del proyecto es de 37 meses, por lo que estaría terminado a finales de 2023. Se desarrollará en tres fases. Además, Viesgo ha decidido conservar el edificio de la antigua central térmica, que tiene un siglo de historia y en cuyo interior existe un turboalternador centenario, una pieza única.

La colocación de la primera piedra, en forma de "cápsula del tiempo", también tuvo como protagonista a LA NUEVA ESPAÑA, cuya edición de ayer se introdujo en la urna que posteriormente fue enterrada.