El colegio de Santullano cerró en 2012 con el compromiso del Principado de que la reubicación de los niños en el colegio Prau-Llerón mejoraría su "integración socioeducativa", disfrutando todos ellos de transporte y comedor gratuito. Aquel compromiso no ha servido para impedir que el Consorcio de Transportes de Asturias comunicase el miércoles por carta a cerca de una veintena de padres que sus hijos se quedan este curso fuera de la cobertura al considerarse que el barrio, situado a casi 2,5 kilómetros del centro escolar, se integra en el casco urbano, valoración que incluso el Ayuntamiento rechaza tajantemente.

El autobús que a las nueve menos cuarto de la mañana recoge a los escolares de Nuevo Santullano para llevarlos al colegio estuvo ayer bloqueado tres cuartos de hora en el barrio. Los padres, todos ellos, se negaron en un principio a mandar a los niños a clase. Y es que a una parte se les exige que paguen tanto el transporte como el servicio de comedor. Al final, el Consorcio aceptó llevar a todos, por lo que la protesta se trasladó al propio colegio, donde una treintena de padres intentaron durante toda la mañana conseguir un compromiso escrito de la Consejería de Educación que garantice la cobertura. La demanda no se atendió de manera firme, por lo que a la una de la tarde, los padres cortaron la carretera que pasa por delante del colegio. Hoy harán lo propio en Santullano.

Lo que sucede en Nuevo Santullano es un auténtico embrollo que tiene su origen en el compromiso que se adquirió en 2012 con motivo del cierre del colegio local. La por entonces consejera de Educación, Ana González, dijo entonces que la medida ayudaría incluso a reforzar "la asistencia continuada del alumnado a las clases logrando la integración socioeducativa de los estudiantes en el Prau Llerón, donde disponen de transporte escolar y comedor gratuito".

El gobierno local lleva desde febrero advirtiendo al Principado de un problema que ayer estalló. Los esfuerzos de la concejal de Educación, Belén Alonso, no han servido para que una de las zonas residenciales de Mieres más vulnerables socialmente vean apuntalada la cobertura educativa. Al parecer, sólo los escolares de Nuevo Santullano que arrastran derechos del colegio cerrado en 2012 pueden disfrutar del transporte y comedor gratuito en Mieres. Esta cobertura, debido a posteriores resoluciones, se quiebra para los matriculados a partir del curso 2017-2018. De esta forma, hay incluso casos de hermanos que uno tienen acceso gratuito a los servicios y el otro no. "Mi hija de diez años tiene transporte y comedor, pero el pequeño, de seis años, se queda fuera. Ambos llevan toda su vida escolar en el colegio Llerón. Esto es injusto e incomprensible", apunta Fátima Lamoulda. Algo parecido sucede en el colegio de Ujo y en el Vega de Guceo.