Las familias de Nuevo Santullano cuyos hijos estudian en el colegio Llerón-Clarín tomaron ayer las calles del casco urbano de Mieres, al grito de "¡todos o ninguno!, como respuesta a la negativa del Consorcio de Transportes de Asturias a trasladar gratuitamente a parte del alumnado, medida que afecta también al beneficio del servicio de comedor.

El grueso de los niños no acudieron ayer a clase como medida de presión. Junto a sus padres, participaron en una protesta que se prolongó durante toda la mañana. Arrancó a las nueve con el corte de los accesos rodados al barrio de Nuevo Santullano. A continuación, la numerosa e indignada comitiva se desplazó al casco urbano caminando, precisamente lo que la Administración regional considera que es razonable en su caso para que los niños acudan a clase. Recorrieron los 2,5 kilómetros que separan el barrio del colegio en algo más de media hora. Tras concentrarse ante el centro educativo, y escoltados por la Policía Local, afrontaron el último traslado de la fatigosa mañana. En el Ayuntamiento fueron recibidos por el alcalde, Aníbal Vázquez, que les trasladó su total respaldo. De hecho, el gobierno local lleva desde febrero advirtiendo al Principado de un problema que estalló el jueves, cuando el Consorcio de Transportes comunicó por carta a cerca de una veintena de padres que sus hijos se quedan este curso fuera de la cobertura al considerarse que el barrio se integra en el casco urbano, valoración que el propio Ayuntamiento rechaza tajantemente.

Los padres tienen la intención de trasladar el lunes la movilización a Oviedo, convocando una concentración frente a la Consejería de Educación. "Cuentan con nuestro respaldo y, si al final es necesario, estaremos con ellos", remarcó ayer el Alcalde. Aníbal Vázquez apuntó que la "insensible" decisión tomada por el Consorcio tiene, en este caso, connotaciones especialmente dolorosas: "Hablamos de un barrio muy vulnerable socialmente y en el que tanto el Ayuntamiento como también Educación hacemos desde hace años un gran esfuerzo por conseguir una buena escolarización de los niños", indicó el regidor. Y añadió: "No tiene sentido desarrollar por las tardes planes de refuerzo y por la mañana poner impedimentos para que los pequeños vayan a clase".

Lo que sucede es que solo los escolares de Nuevo Santullano que arrastran derechos del colegio cerrado en 2012 pueden disfrutar del transporte y comedor gratuito en Mieres. Esta cobertura, debido a posteriores resoluciones, se quiebra para los matriculados a partir del curso 2017-2018. De esta forma, hay incluso casos de hermanos que uno tienen acceso gratuito a los servicios y el otro no.

Las protestas arrancaron el jueves y ayer se intensificaron. El propio Alcalde habló personalmente a la Consejería de Educación para reclamar una solución. Los padres advierten que quieren garantías de que sus hijos tendrán la cobertura de transporte y comedor que se les niega. No les vale un arreglo "de palabra". Además, recalcan que están luchando también por los niños del barrio que se incorporen al colegio en el futuro.

El problema hunde sus raíces en el cierre del colegio de Santullano en 2012. La por entonces consejera de Educación, Ana González, dijo públicamente en aquel momento que la medida ayudaría incluso a reforzar "la asistencia continuada del alumnado a las clases logrando la integración socioeducativa de los estudiantes en el Prau Llerón, donde disponen de transporte escolar y comedor gratuito". Lo que no dijo es que los alumnos que se fueren incorporando quedarían fuera del citado compromiso.