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El CINN ayuda a descubrir un método que mejora el cultivo de "células madre"

El estudio, coordinado desde Barcelona, tendrá aplicaciones en investigaciones biomédicas, enfermedades autoinmunes y oncológicas

Mario Fernández Fraga, director del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del CINN. F. RODRÍGUEZ

Un método más eficaz para cultivar "células madre" y de esta forma optimizar todo tipo de investigaciones científicas. Investigadores del laboratorio de Plasticidad Celular y Enfermedad del IRB Barcelona, liderados por Manuel Serrano, han descubierto "una vía más eficaz para limitar la plasticidad de las células sin dañarlas". En este estudio ha sido clave la participación del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN-CSIC) de El Entrego, dirigido por Mario Fernández Fraga y que también pertenece al Instituto de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA). Desde el laboratorio de Oviedo, también participaron en el estudio los científicos del CSIC Agustín Fernández y Marta Sierra. El nuevo mecanismo, según sus descubridores, "arroja luz sobre procesos en los que la plasticidad celular es importante, como el cáncer o la inmunología". El trabajo se ha publicado esta semana en la revista "Nature Cell Biology".

Tal y como indican los investigadores, la plasticidad celular es una propiedad por la cual una célula "puede adquirir varias identidades distintas y reversibles. La plasticidad celular es esencial en el desarrollo embrionario o para el correcto funcionamiento del sistema inmune". Este proceso es también "crucial en el cáncer, ya que muchas células cancerosas aprovechan esta propiedad para resistir a la quimioterapia e invadir y colonizar distintas partes del cuerpo".

En el estudio que publica "Nature Cell Biology" se describe una vía para regular la plasticidad celular, "bloqueando" a las células en uno de sus posibles estados. Hasta ahora, el método empleado para bloquear esta plasticidad se basaba en inhibir los estímulos externos que reciben las células. Pero estos métodos suelen ser incompatibles con la multiplicación celular y algunos terminaban siendo dañinos para las propias células. El nuevo método en el que colabora el CINN y que cuenta con financiación de la Fundación "la Caixa", incide en "el mecanismo profundo que regula la expresión de los genes, sin afectar a su viabilidad y siendo completamente reversible". La clave está en "la inhibición de la proteína CDK8". "En el Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina demostramos que este método no implica alteraciones substanciales en la metilación del ADN genómico, lo que es fundamental para prevenir efectos secundarios adversos como el aumento de inestabilidad cromosómica" explican Mario Fernández Fraga y Agustín Fernández.

Es un proceso complejo, pero que puede tener implicaciones importantes en el ámbito de la biomedicina. La regulación de la plasticidad celular "facilita el estudio en el laboratorio de todos los procesos en los que la plasticidad es un elemento clave, como el cáncer o el desarrollo embrionario". El trabajo "se ha centrado en las células madre embrionarias". Los investigadores han demostrado que es posible cultivarlas "en presencia de un inhibidor de CDK8, haciendo que los cultivos sean más homogéneos y sin dañar a las células. Algo que hasta ahora no se había logrado". El descubrimiento puede tener aplicaciones en enfermedades autoinmunes, y también implicaciones en oncología.

En relación a las implicaciones en oncología, "se sabe que una causa importante de la resistencia a la quimioterapia es precisamente la plasticidad celular. Bloqueándola esperamos mejorar la respuesta" a los tratamientos.

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